«Harry Potter y la Orden del Fénix» llega hoy a las salas de Norteamérica con una historia en la que el aprendiz de brujo se las ve negras por culpa de Voldemort, pero obtiene la ayuda de hechiceros tan nobles como la española Natalia Tena, que se estrena en la saga.
Tena, de solo 22 años, es Nymphadora Tonks en la última entrega de la versión cinematográfica del libro J.K. Rowlings, papel que logró, «por pura buena suerte, quizás porque me parezco bastante a esta chica», contó la actriz a la AFP.
Hija de un matrimonio español, «trabajadores ambos, de familia obrera», apunta orgullosa, que cuando tenían 24 años, allá por los años 80, se fueron a Londres a probar suerte y salir de una España «oscura y pobre».
«Les gustó tanto, les pareció tan abierto, con tanta cultura, que se quedaron y nací yo, desde siempre apasionada por la música, el arte y la interpretación, aunque pensé que eso de ser actriz no me iba a tocar a mí», confesó desenfadadamente en una rueda de entrevistas en Estados Unidos.
Tena es actriz desde los 15 años, cuando debutó en «About a Boy» y «Mrs. Henderson Presents».
«Siempre he sido bastante independiente, lo he deseado desde pequeña», señaló la joven, una hija única que a los 11 años suplicó a sus padres que la enviaran a un internado y lo logró.
Ganándose la vida como actriz de teatro, musicales y de vez en cuando intentando formar grupos musicales, «de lo que sea, con mucho blues y rock», un día de finales de 2005 la llamó su agente para una prueba para la película de Harry Potter.
«No había leído los libros y tampoco había visto las películas», aseguró en un tono particularmente acelerado.
«Solo sabía que era para integrar al equipo del Fénix. Somos brujos con experiencia y talentos congénitos; a mí se me cambia el color del pelo y se me transforma la cara, particularidades que uso para ayudar» a los personajes que interpretan Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint, explicó.
La actriz recordó que en la prueba le fue «fatal, porque no me aprendí mi parte». «Pero había estado hablando antes con alguien, que resultó ser el director, que se reía cuando le contaba que yo soy muy de pintarme el pelo porque un novio me dejó».
Natalia obtuvo el papel y empezó a rodar a principios de 2006 como «Nynphadora», personaje que seguirá en la próxima cinta de la serie y, por el momento, ya le valió su primer paseo por la alfombra roja en Londres, la semana pasada.
«Fui de la mano de mi padre, un carpintero enorme, peludo, que aún con mil años en Inglaterra no entiende bien el inglés, pero se hinchó de orgullo al verme. Aún sin comprender de qué iba la película dijo que era la mejor, pero a mi novio (actor) sólo le gustó mi actuación; no le gustó la película ni le gusta nada de nada Daniel», el Harry Potter de película, agregó.
Para terminar sus estudios secundarios, Tena asistió al Bedales School, el mismo colegio por donde pasaron Minnie Driver y Daniel Day-Lewis, de quienes desea seguir sus pasos, «sobre todo en el teatro porque me permite mucho desafío, cantar lo que sea y eso me fascina».
Con «Harry Potter», Tena ha tenido la oportunidad de coincidir en el reparto con algunas de las figuras más importantes del cine británico e internacional como Ralph Fiennes, que encarna al malvado Voldemort.
Además de Gary Oldman como Sirius Black, Emma Thompson en la piel de Sybil Trelawney, Helena Bonham Carter como Bellatrix Lestrange, Maggie Smith como Minerva McGonagall y una magistral Imelda Staunton que personifica a la insoportable Dolores Umbridge.
«Harry Potter y la orden del Fénix» empieza a proyectarse en las salas de Estados Unidos y Canadá, con la esperanza por parte de los estudios Time Warner de que supere su presupuesto de 150 millones de dólares y bata el récord de 3.500 millones de dólares recaudados por las cuatro entregas anteriores.