El ciclón Hanna se desplazaba este viernes por el Atlántico hacia la costa sudeste de Estados Unidos donde llegaría fortalecida en la madrugada del sábado con fuertes vientos y lluvias torrenciales, que ya dejaron una trágico saldo de 136 muertos en Haití.

Operativos de emergencia estaban en desarrollo en varios estados de la región ante la posibilidad de que Hanna vuelva a convertirse en huracán antes de que su centro llegue a la costa estadounidense.
Autoridades de Carolina del Norte y Virginia declararon un estado de emergencia, mientras en Carolina del Sur, su gobernador Mark Sanford llamó a evacuaciones voluntarias en las áreas que están amenazadas por el fenómeno.
La tormenta provocó grandes inundaciones y una situación «catastrófica» en Haití, donde miles de personas perdieron sus viviendas y están alojadas en refugios.
Hanna «ha sido una tormenta errática. Ya ha provocado grandes inundaciones y se espera aún un leve fortalecimiento», antes que toque tierra dijo el meteorólogo del Centro Nacional de Huracanes estadounidense (NHC) John Cangialosi, a la AFP.
A las 12H00 GMT el centro de la tormenta tropical Hanna estaba localizado a 185 km al este de Melbourne, Florida, y a 680 km a de Wilmington, Carolina del Norte, informó el NHC con sede en Miami.
La tormenta avanzaba a 29 km/h con vientos máximos de 100 km/h. «Aún es posible que pudiera convertirse en huracán antes de tocar tierra», advirtió el NHC.
Hanna dejó hasta el jueves 136 muertos en Haití ocho días después que el paso del huracán Gustav causara la muerte de 77 personas.
Haití, uno de los países más pobres del planeta (con un 70% de su población por debajo de la línea de pobreza), aún espera los efectos que podría causar otro huracán, Ike, que con categoría 3 (vientos por encima de 178 km/h), en la escala Saffir Simpson con máximo en 5 (vientos de 251 km/h), se desplazará cerca de sus costas.
El jueves Haití declaró a la ciudad de Gonaives (norte), la más afectada por los ciclones, en estado de emergencia humanitaria.
La Cruz Roja francesa (CRF) lanzó este viernes un llamamiento urgente para recabar ayuda para las víctimas en Haití de los huracanes Gustav y Hanna, que ya dejaron más de 200 muertos.
«Tras los huracanes Gustav y Hanna y cuando un tercero (Ike) está por llegar al país, la Cruz Roja francesa está organizando ayuda de emergencia (…) para unas 25.000 familias gravevemente damnificadas», precisó esa entidad en un comunicado difundido en París.
Autoridades haitianas dijeron que las inundaciones obligaron a ubicar a unas 10.000 personas en refugios, sin incluir a los miles que debieron ser evacuados de Gonaives, tercera ciudad del país, con unas 300.000 personas.
El senador Yuri Latortue, que representa esa ciudad, dijo que la situación era «catastrófica» y que unas 200.000 personas no tuvieron qué comer por tres días tras las embestidas de los huracanes.
Ike representaba este viernes una fuerte amenaza tanto para varias islas del Caribe y del Atlántico, como para Estados Unidos, informó hoy el Centro Nacional de Huracanes estadounidense.
Haití, afectado por el paso sucesivo de los huracanes Gustav y Hanna, pidió ayuda internacional de urgencia, indicó el viernes la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA).
«Haití pidió oficialmente asistencia internacional (…) y por eso la ONU está preparando un llamado de urgencia internacional» para recoger fondos, precisó la portavoz de OCHA, Elisabeth Byrs, en conferencia de prensa en Ginebra.
Suiza prometió una ayuda bilateral de un millón de francos suizos (625.000 euros) y la agencia estadounidense USAID otorgó 100.000 dólares a la pequeña república caribeña, según OCHA.
La reapertura del aeropuerto de la capital Puerto Príncipe el 3 de septiembre posibilitó la llegada de un grupo de expertos de la ONU encargados de evaluar la amplitud de los daños.
«Nueve de las diez regiones de Haití están seriamente afectadas por el doble impacto de las tempestades tropicales Gustav y Hanna», subrayó OCHA.
La ciudad más afectada es Gonaives, donde las autoridades calculan en 250.000 los afectados, según la organización.
El Senado haitiano votó el jueves el estado de urgencia humanitaria en esta ciudad, situada a 152 km al norte de Puerto Príncipe, que está bajo las aguas tras las inundaciones provocadas el lunes y el martes por Hanna.
Ante la gravedad de la situación, las agencias humanitarias internacionales refuerzan sus equipos en el lugar, indicó OCHA.
«La situación es todavía más complicada a causa de que muchas regiones están afectadas y es probable que el impacto a corto y mediano plazo sobre la seguridad alimentaria sea considerable», añadió OCHA.
Una inquietud que es compartida por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que estima que a causa de las destrucciones agrícolas, «la seguridad alimentaria está muy comprometida».
La OIM recibió por su parte el jueves una ayuda de cinco toneladas que incluye paquetes de urgencia y lonas enviadas por la OFDA, oficina estadounidense encargada de la asistencia extranjera en caso de catástrofe.
La Cruz Roja francesa (CRF) lanzó el viernes un llamamiento urgente para recabar ayuda para ayudar a unas 25.000 familias gravevemente damnificadas por esos fenómenos climáticos.
Por lo menos 136 personas murieron a causa del Hanna, sólo ocho días después del huracán Gustav, que había matado a 77.