El piloto de Mercedes, el británico Lewis Hamilton, consiguió hoy la largada para la carrera del Gran Premio de Fórmula Uno en Australia, con que se inicia la temporada, en una sesión clasificatoria efectuada bajo la lluvia.
Por su parte, el alemán Sebastian Vettel, cuatro veces campeón mundial, arrancará en el duocécimo lugar de la parrilla al no superar las malas condiciones de agua en la pista.
Igual que Vettel, otros pilotos importantes como el finlandés Kimi Raikkonen y el británico Jenson Button no completaron la segunda sesión clasificatoria, debido a las dificultades que afrontaron en la superficie mojada del circuito callejero de Albert Park.
No obstante los problemas de Vettel, su compañero en el equipo Red Bull, el australiano Daniel Ricciardo, calificó segundo, tres décimas de segundo después del tiempo con el que Hamilton se adjudicó la largada.
El piloto de Mercedes, el alemán Nico Rosberg, clasificó en tercero, antes del danés Kevin Magnussen, de McLaren, que tuvo un estreno impresionante con una conducción vertiginosa en condiciones adversas, y del español Fernando Alonso, de Ferrari.
Con la de hoy, Hamilton empató la cifra de 32 largadas de su compatriota británico Nigel Mansell. «Hoy fue mucho más difícil para todos en estas condiciones», expresó Hamilton.
«Estos coches son mucho más difíciles de conducir sobre agua y para mí fue la primera vez que lo manejo en la lluvia. La largada es una gran exhibición del equipo», agregó. Vettel se había quejado durante la práctica previa a la sesión clasificatoria de la maniobrabilidad del vehículo y la describió como «horrible».
La maniobrabilidad del Coche pareció devenir a menos durante la sesión clasificatoria. Vettel terminó 2,4 segundos después de Ricciardo en la segunda sesión.
«Tuve dificultades con la maniobrabilidad», expresó Vettel. «Esa deficiencia se nos presentó durante la noche, así que necesitamos encontrar a que se debe», agregó. Según las previsiones, el clima será seco para la carrera del domingo con muy pocas posibilidades de lluvia.
La carrera será una travesía hacia lo desconocido para todos los equipos porque es la primera oportunidad en la que examinarán el rendimiento de sus nuevas máquinas híbridas turbo V6 y de sus carrocerías aerodinámicas reconfiguradas. Australia figura entre las carreras del calendario de Fórmula Uno con más alto consumo de combustible.
Ante los límites de combustible restringidos a 100 kilogramos este año en comparación con los 160 del anterior, la carrera de mañana se perfila más como una prueba para el motor y la dosificación de combustible que como una auténtica competición.