Las autoridades de India trataban el miércoles de llevar alimentos y agua potable a millones de damnificados por las inundaciones mientras el nivel de los ríos del sur de Asia comenzaba a bajar dejando unos 1.900 muertos, grandes zonas devastadas y amenazas de epidemias.
Las Naciones Unidas y la organización caritativa Oxfam afirmaron que se requerirán millones de dólares para llevar suministros y ayuda a unos 28 millones de personas desplazadas en India, Bangladesh y Nepal por las peores inundaciones provocadas por el monzón en décadas.
En el Estado de Bihar, en India, los hogares y las tierras labradas de más de 12 millones de personas han sido total o parcialmente cubiertos por las aguas, después de las peores inundaciones en unos 30 años.
Los expertos en materia sanitaria advirtieron el peligro de enfermedades, y el principal hospital de Patna, la capital del estado, señaló que numerosos pacientes se presentaron con síntomas de males virales ocasionados por las aguas, como la hepatitis.
«La gente es tratada allí donde puede acostarse y francamente no sabemos qué haremos, porque cada día llegan más personas», dijo un médico de este hospital a la AFP.
La jefa del Partido Congreso (en el poder en India), Sonia Gandhi, y el ministro del Interior, Shivraj Patil, visitaron Bihar el martes para estimar las pérdidas provocadas por las lluvias torrenciales que inundaron 1,1 millones de hectáreas de labrantíos.
Este estado, uno de los más pobres de India, pidió al gobierno dos millones de toneladas de trigo y arroz para alimentar a los damnificados por las inundaciones, incluyendo a dos millones de personas que todavía están viviendo al aire libre.
«Nosotros hemos visto personalmente la destrucción masiva ocasionada por las inundaciones, y el centro (el gobierno nacional) hará todo lo que esté a su alcance para mitigar los sufrimientos de las masas», declaró Patil a los periodistas en Patna.
Las autoridades nacionales estimaron las pérdidas en ese estado en aproximadamente 38 millones de dólares.
Grandes sectores de los estados de Uttar Pradesh, Orissa y Assam también se vieron sumergidos durante las lluvias, afectando a otros 6,5 millones de personas, aunque las autoridades dijeron que la situación había mejorado considerablemente en Assam (nordeste).
El centro nacional de gestión de catástrofes de India indicó el martes que 1.428 personas habían muerto por causas vinculadas al monzón desde que comenzó la temporada, en junio.
Esa cifra no incluye las muertes en los numerosos accidentes de barcos en Bihar del lunes, que llevaron el total a unas 1.500 personas.
En Bangladesh, el número de muertos llegó a 300 y el gobierno interino, apoyado por los militares, pidió a los partidos políticos, los ciudadanos ricos y otros países que ayuden a llevar rápidamente ayuda alimentaria a unos 9 millones de víctimas de las inundaciones.
En Bangladesh, donde el nivel de las aguas bajaba rápidamente, según las autoridades, las áreas inundadas sufren una gran escasez de alimentos, aunque responsables dijeron que a partir de fines de julio se distribuyeron unas 8.000 toneladas de alimentos.
En Nepal, por lo menos 95 personas murieron en deslizamientos de terrenos e inundaciones desde comienzos de junio, de acuerdo con la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.
Más de 330.000 personas se han visto afectadas, en su mayor parte en las llanuras del sur, en la frontera con Bihar, indicó esta fuente el martes.
Nepal señaló que los equipos de socorro que tratan de llevar alimentos y medicamentos tienen dificultades para alcanzar a las personas más afectadas debido a que las lluvias deterioraron aún más las rutas.
Millones de niños y niñas en el sur de Asia enfrentan una amenazante crisis de salud porque las lluvias monzónicas han dejado a muchos varados por las aguas de las inundaciones y con una necesidad urgente de agua potable, alimentos y techo, dijo hoy el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
La India, Bangladesh y Nepal han sido golpeados por algunas de las peores inundaciones monzónicas y en la semana pasada aproximadamente 30 millones de personas fueron afectadas, la mayoría mujeres, niños y niñas, dijo la UNICEF en una declaración.
«Aldeas enteras están a unos días de sufrir crisis de salud si la gente no es rescatada en los próximos días», dijo el doctor Marzio Babille, jefe de salud de la UNICEF en la India.