Hamas prometió el lunes la «victoria» contra Israel, en el décimo día de la ofensiva israelí en Gaza donde 14 palestinos murieron en los últimos ataques, mientras se aceleraba la actividad en el plano diplomático en busca de una tregua.
«La victoria llega gracia a Dios», afirmó el más influyente jefe de la organización islamista en Gaza, Mahmud al Zahar, durante su primera intervención desde el inicio de la ofensiva, leída en la televisión de Hamas, Al Aqsa.
«Los dolores sufridos hoy nos ayudarán a realizar nuestros objetivos nacionales de mañana», agregó al Zahar, asegurando que Hamas no renunciará a «liberar toda Palestina».
Los ataques israelíes, con aviación y carros de combate, prosiguieron en la mañana del lunes en la franja de Gaza.
Israel afirmó haber atacado durante la noche 30 objetivos en este territorio controlado por Hamas desde junio de 2007.
Cinco niños figuraban al menos entre las 14 víctimas señaladas en dos barrios de la ciudad de Gaza, precisó el jefe de los servicios de urgencias palestinos, Muawiya Hasanein.
La ofensiva israelí, lanzada el 27 de diciembre con el objetivo declarado de poner fin a los disparos de cohetes palestinos contra el sur de Israel, ha causado hasta ahora 523 muertos y unos 2.500 heridos en el territorio palestino, según la misma fuente.
Entre otras posiciones, las tropas israelíes tomaron la ex colonia de Netzarim, por primera vez desde la retirada israelí de la franja de Gaza en el verano boreal de 2005. Esto les permitió aislar la ciudad de Gaza del sur del territorio, cortando el principal eje por carretera.
«La ciudad de Gaza está parcialmente rodeada», declaró el ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, ante la comisión de Relaciones Exteriores y de Defensa del parlamento israelí.
Los principales enfrentamientos entre combatientes palestinos y tropas israelíes tuvieron lugar en el barrio de Zeitun, en la ciudad de Gaza, y en torno a las ciudad de Jabaliya y Beit Lahya, en el norte de la franja.
Según el ejército israelí, un soldado murió y otros 55 resultaron heridos desde el inicio en sábado por la noche de la fase terrestre de la ofensiva.
El brazo armado de Hamas, que prometió transformar Gaza en un «cementerio» de soldados israelíes, afirmó en un comunicado haber matado a «once (militares israelíes), entre ellos un coronel» y herido a 48.
La guerra provocó una importante degradación de una situación humanitaria que ya de por sí precaria en este pequeño territorio de 362 km2 en el que viven 1,5 millones de personas.
La electricidad estaba cortada en la mayor parte de las localidades el lunes por décimo día consecutivo y se agravaba la penuria de carburante. La mayoría de comercios estaban cerrados y se formaban enormes colas frente a las pocas panaderías abiertas en previsión de un largo asedio.
Al mismo tiempo, la diplomacia hacía todo lo posible para intentar obtener una tregua, pero este esfuerzo chocaba con la negativa de Israel.
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, debía discutir sobre la situación en Gaza el lunes por la noche con el presidente francés Nicolas Sarkozy, que lleva a cabo una gira relámpago por la región.
Una misión europea, encabezada por el ministro checo de Relaciones Exteriores, Karel Schwarzenberg, cuyo país preside este semestre la Unión Europea, también debía llegar el lunes a Israel y Cisjordania.
El primer ministro checo, Mirek Topolanek, afirmó en Praga disponer de un plan destinado a por lo menos suspender la ofensiva israelí, del que ya había discutido con su homóloga alemana Angela Merkel y del que se disponía a hablar con el presidente estadounidense George W. Bush y con Olmert.
«No hay una solución militar a la crisis y desde la amistad con el gobierno de Israel, tengo que decir a los responsables que éste no será el camino que lleve a la paz y a la seguridad de su pueblo, y así se lo transmitiré al ministro Olmert», declaró por su parte el presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero.
Hamas envió por su parte el lunes una delegación a El Cairo para discutir con los responsables egipcios sobre los medios para poner fin a la guerra en Gaza y obtener el levantamiento del bloqueo, según un responsable del movimiento.
Los temores de una crisis humanitaria de envergadura en la franja de Gaza se acentuaban en el tercer día de la ofensiva terrestre lanzada por Israel contra ese territorio palestino, y la comunidad internacional multiplicaba el lunes los llamados a una solución diplomática del conflicto.
El presidente chino Hu Jintao manifestó a su homólogo estadounidense George W. Bush su inquietud respecto a la «crisis humanitaria» en la franja de Gaza, en una entrevista telefónica el domingo por la noche.
Por su parte el presidente ruso Dimitri Medvedev pidió el lunes un inmediato cese del fuego en Gaza en una conversación telefónica con el líder palestino Mahmud Abas, informó el Kremlin.
Ambos dirigentes «discutieron sobre la agravamiento de la situación en la franja de Gaza, que causó numerosas víctimas entre la población civil y condujo a una situación humanitaria difícil», según el comunicado del Kremlin.
La ofensiva terrestre iniciada el sábado por la noche después de un intenso bombardeo aéreo en los días precedentes, ha agravado la crisis humanitaria en el minúsculo territorio palestino superpoblado.
Cortes de suministro eléctrico y de comunicaciones, grave penuria de productos alimentarios son algunos de los aspectos de la situación en Gaza, según las agencias de la ONU.
El gobierno japonés se declaró «muy inquieto pues la violencia creciente provoca numerosas víctimas civiles».
Este lunes, el primer ministro australiano Kevin Rudd consideró «crucial» que Israel permita a la población de Gaza el acceso a sus necesidades básicas, como alimentos, asistencia humanitaria y médica.
Canadá llamó a «la comunidad internacional» a «concertarse para enfrentar la situación humanitaria», en particular para garantizar el acceso a los alimentos, a los combustibles y a los medicamentos».
El domingo, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) se declaró «inquieto» por el aumento de víctimas civiles y por los daños provocados en los hospitales por las tropas israelíes.
Miembro de la troika de la Unión Europea enviada a la región, el jefe de la diplomacia francesa Bernard Kouchner lamentó el domingo en El Cairo, «una situación humanitaria (en Gaza) que es imposible de soportar».
Los llamados a una solución diplomática proseguían este lunes mientras el conflicto ha provocado desde que Israel comenzó a bombardear el 27 de diciembre, al menos 523 muertos palestinos, según los servicios de emergencia en Gaza.
De lado israelí, un balance oficial da cuenta de un soldado muerto y de 55 heridos desde el comienzo de la ofensiva terrestre.
El jefe del gobierno español José Luis Rodriguez Zapatero estimó este lunes que «no hay solución militar para la crisis» y llamó a un «cese del fuego inmediato».
El primer ministro checo Mirek Topolanek indicó que trabajaba para conseguir por lo menos que «cesen los combates».
El presidente francés Nicolas Sarkozy comenzó este mismo día un gira que debía conducirlo a Cisjordania, Israel, Siria y Líbano para tratar de «encontrar el camino de la paz».
Australia y Canadá, así como Alemania y Holanda la víspera, se pronunciaron por una solución diplomática que ponga fin a los disparos de cohetes caseros palestinos contra Israel.
El emir de Qatar, jeque Hamad ben Khalifa Al-Thani, llamó el lunes a la celebración de una cumbre árabe extraordinaria consagrada a «la agresión» israelí contra la franja de Gaza, que calificó de «crimen de guerra».
El lunes, cientos de afganos manifestaron en Mihtarlam y Kandahar, un centenar de personas lo hizo en Bruselas y unos 200 tailandeses en Bangkok, para denunciar la ofensiva contra Gaza.
La prensa de todo el mundo mostraba el lunes su preocupación por la situación de los civiles en Gaza y exhortaba a la comunidad internacional a detener la guerra, mientras el ejército israelí seguía su ofensiva contra el movimiento islamista palestino Hamas.
«Es indispensable actuar de inmediato porque la indignación aumenta a medida que se acumulan las víctimas civiles de este nuevo drama que viven los palestinos», subrayó el periódico francés Le Figaro (derecha).
Además de los esfuerzos de la Unión Europea -con una misión liderada por el jefe de la diplomacia checa y una gira del presidente francés Nicolas Sarkozy-, el periódico francés de izquierda Liberation pidió la intervención del presidente norteamericano electo Barack Obama y los países árabes.
Obama «debe tener el valor político de hacer presión a Israel sin esperar» a tomar posesión de su cargo el 20 de enero. «Los países árabes también deben presionar a Hamas» para «acabar con la guerra», consideró el periódico.
«Dos pueblos comparten el mismo infierno», titulaba La Tribuna de Ginebra subrayando la densidad de población de Gaza (1,5 millones de palestinos).
Il Messagero titulaba: «Gaza tiene fuego y sangre», al unísono con el resto de la prensa italiana, que calificaba de forma unánime la situación de «tragedia» para los civiles.
En Alemania, el Suddeutsche Zeitung (liberal) criticó que los actuales esfuerzos diplomáticos sólo conseguían «acentuar la frustración general», pero no impresiona a las partes en conflicto.
Para el diario español El País, cercano al gobierno socialista, «la dimensión de los medios desplegados en Gaza sólo puede acabar con la desaparición total de Hamas, pues cualquier otra solución sería equivalente a una derrota» para Israel.
Para el Times (independiente) de Londres, no se puede alcanzar una paz duradera mientras Hamas no reconozca la existencia de Israel, aunque Israel también debe ayudar a «mejorar la desastrosa situación de pobreza y malnutrición en Palestina».
Israel debe «mantener un aura invencible» si quiere coexistir pacíficamente con sus vecinos árabes, afirma The Wall Street Journal, y añade que ese «aura» le permitió alcanzar la paz con Egipto en los años 70.
Para el diario paquistaní Nawa-e-Waqt, los países árabes y musulmanes deberían «lanzar un ultimátum a Estados Unidos, a Europa y a Naciones Unidas para que las fuerzas (israelíes) se retiren y se cree un Estado palestino», bajo la amenaza de «boicot económico y social a todos los países que apoyan a Israel».
En Irán, la prensa tildó de «traición» la pasividad de los países árabes frente a la ofensiva israelí en Gaza y llamó a boicotear los intereses occidentales.
La prensa marroquí puso el acento en las multitudinarias manifestaciones en Rabat contra la ofensiva israelí.
En Turquía, el periódico de gran tirada Milliyet subrayó que «mientras que la maquinaria de guerra israelí derrama sangre sin piedad, la ira que suscita alimenta el radicalismo y amenaza la paz y la estabilidad en el mundo entero».
La prensa peruana había destacado el domingo la virulencia d ela ofensiva israelí. «Sigue la carnicería», tituló el diario La Primera, en tanto que La República sostuvo que «Gaza es sometido a sangre y fuego».