El Hamas acusó hoy a Estados Unidos de tratar de provocar una guerra civil al entregar millones de dólares para fortalecer a su rival, el partido Fatah, mientras ambos grupos rivales palestinos liberaban a sus rehenes y la frágil tregua persistía por segundo día consecutivo en Gaza.
«Ayer en la noche comenzamos a aplicar el acuerdo entre el Fatah y el Hamas y hubo canje de rehenes de ambos lados», afirmó el portavoz del Hamas, Ismail Radwan.
«Decenas de rehenes fueron liberados por ambos lados», confirmó el portavoz del Fatah en la franja de Gaza, Tawfic Abu Jussa.
«El ambiente es mejor, pero (…) la fuerza ejecutiva (controlada por el gobierno del Hamas) sigue desplegada en las calles, lo que provoca tensiones y no ayuda al restablecimiento de la confianza» entre los dos movimientos, agregó.
El canje tuvo lugar en el segundo día del alto del fuego, anunciado el martes en la noche, después de la muerte desde el jueves de 35 palestinos, en la peor ola de combates interpalestinos en la franja de Gaza desde la victoria del Hamas sobre el Fatah en las elecciones de enero.
Este acuerdo, ampliamente respetado a pesar de la muerte de un activista del Hamas ayer, establece la retirada de los hombres armados de las calles, la liberación de activistas secuestrados, el fin de las campañas hostiles entre los dos movimientos y la entrega a las autoridades de los elementos «sospechosos de estar implicados en homicidios».
Al tiempo que la calma comenzaba a imponerse en Gaza, el Hamas acusó al gobierno estadounidense de tratar de provocar una guerra civil en los territorios palestinos al anunciar una ayuda de más de 86 millones de dólares para las fuerzas de seguridad fieles al presidente Mahmud Abas, jefe del Fatah.
«Cada vez que la administración estadounidense ve que llegamos o estamos llegando a un acuerdo (entre el Hamas y el Fatah), envía a Condoleezza Rice para perturbar el ambiente o anuncia una ayuda financiera, agregó Ismail Radwan.
El presidente estadounidense George W. Bush ordenó otorgar unos 86,4 millones de dólares de ayuda para las fuerzas de seguridad bajo control directo del presidente Abas, indicó la Casa Blanca.
Ghazi Hamad, portavoz del gobierno del Hamas (acrónimo en árabe del Movimiento de Resistencia Islámica), denunció por su parte «una injerencia estadounidense flagrante en los asuntos palestinos para mantener la división y las luchas internas».
En cambio, el gobierno palestino saludó en un comunicado las conclusiones de una comisión parlamentaria británica criticando el boicot internacional contra el gabinete del Hamas.
Saludando una «acción valiente» de la Cámara de los Comunes británica, el gobierno palestino llamó a Occidente a revisar su política de «boicot y de aislamiento» a su respecto.
La comisión parlamentaria británica afirmó en conclusiones publicadas hoy que la decisión de boicotear al gobierno palestino era «de poca confianza» y podría conducir a un aumento de la violencia.
Por otra parte, el primer ministro israelí Ehud Olmert modificó el trazado del muro de separación que levanta en su frontera con Cisjordania, avanzando 5 km más al este, para englobar dos colonias judías que habían quedado del lado palestino, informó el diario israelí Haaretz.