Las calles de Puerto Príncipe, usualmente animadas, lucían silenciosas hoy, con comercios cerrados y habitantes que caminaban en procesiones solemnes hacia las ceremonias religiosas por el aniversario del peor desastre natural en la historia de Haití.

Miles de personas vestidas de blanco, el color del duelo en Haití, cantaban himnos religiosos mientras marchaban entre los edificios derrumbados y los escombros del terremoto del 12 de enero de 2010, que dejó a gran parte de la capital en ruinas y más de 230 mil muertos, según el impreciso cálculo del gobierno.
Evens Lormil, un taxista de 35 años, estaba entre la multitud que esperaba una misa recordatoria en la catedral, con su cúpula y sus torres derrumbadas. Su esposa y sus dos hijos aún estaban en el campo, demasiado traumatizados como para volver a la ciudad, aseguró.
«Estoy aquí en duelo por las víctimas», dijo, antes que la misa comenzara en una carpa junto a los restos del templo. «Aunque la vida era mala antes del terremoto, empeoró. Espero que el país pueda unirse y avanzar».
El presidente René Preval y el ex mandatario estadounidense Bill Clinton asistían a una ceremonia en la oficina nacional de impuestos, donde se creará un monumento a las víctimas, luego que muchos empleados murieron allí. Fue uno de los varios golpes que paralizaron al sector público durante la tragedia.
Otros dirigentes mundiales llegaron por el aniversario al país caribeño, donde enfrentan el descreimiento de una población que esperaba más avances en la reconstrucción en el tiempo que pasó desde el sismo.
Los grupos humanitarios dicen que apenas se ha retirado un 5% de los escombros y que la capital está cubierta con unos 20 millones de metros cúbicos de restos de cemento y hierro. Al menos un millón de desplazados, 380 mil de ellos niños, viven en unos 1 mil 200 campamentos de carpas y casillas.
MINUTO DE SILENCIO
La OEA guardó hoy un minuto de silencio por las víctimas en Haití, al conmemorar el primer aniversario del poderoso sismo que sacudió a la nación caribeña.
El Consejo Permanente, presidido por la embajadora estadounidense Carmen Lomellin, rindió homenaje de esta manera al iniciar una sesión extraordinaria que no incluye otros temas.
Al culminar la sesión, el secretario general José Miguel Insulza dijo a periodistas que la OEA espera entregar el jueves al presidente haitiano René Preval sus recomendaciones tras las elecciones en Haití.
The Associated Press reportó esta semana que el reporte recomendará que el candidato oficialista en los comicios presidenciales de Haití sea excluido de la segunda vuelta.
Insulza calificó la filtración como «ingrata» porque la OEA había acordado entregar el informe «de manera que no incidiera con la conmemoración de hoy. El tema electoral es divisivo y el tema de la conmemoración no debería ser divisivo».
De hecho, durante la sesión extraordinaria ningún embajador se refirió a la situación electoral.
Insulza dijo que «se une a todos los haitianos» para recordar a las víctimas, y comprometió el apoyo continuo del organismo multilateral en los esfuerzos de reconstrucción.
El embajador haitiano Duly Brutus expresó su «agradecimiento profundo» a los países del continente americano por el apoyo prestado tras el terremoto y dijo ser optimista sobre la capacidad de recuperación del pueblo haitiano «pese al carácter crónico del subdesarrollo».
El representante dominicano Virgilio Alcántara advirtió sobre las limitaciones de la ayuda financiera internacional, porque el aspecto fundamental para la recuperación «corresponde al pueblo haitiano».
Alcántara pidió a la dirigencia política un compromiso «firme y duradero» que permita el fortalecimiento de las instituciones democráticas.
El papa Benedicto XVI designó un nuevo arzobispo para dirigir la Iglesia en Haití, en el primer aniversario del terremoto que mató a su predecesor junto con decenas de sacerdotes, seminaristas y monjas.
El Vaticano dijo hoy que monseñor Guire Poulard, obispo de Les Cayes, es el nuevo arzobispo de Puerto Príncipe.
El arzobispo Joseph Serge Miot murió en el sismo, que destruyó la catedral nacional y el seminario y dañó o destruyó 38 iglesias.
Además, el Papa nombró obispo auxiliar para Puerto Príncipe a monseñor Glandas Marie Erick Toussaint.
El secretario de Estado vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, tenía previsto oficiar el miércoles por la tarde una misa especial en la basílica romana de Santa María La Mayor, en recuerdo de las víctimas.
Los haitianos que viven en Estados Unidos recuerdan hoy el terremoto de magnitud 7 que mató a más de 230 mil personas y dejó más de 1,5 millones sin casa en su país de origen, al cumplirse el primer aniversario de la tragedia.
En tanto, líderes comunitarios quieren que el gobierno federal acelere los trámites de visas de 55 mil haitianos que tenían la autorización a sumarse a sus familiares en Estados Unidos antes del sismo. Sin embargo, los postulantes a veces están diez años en la lista de espera.
En North Miami, Florida, se programó una ceremonia en memoria de las víctimas, con un minuto de silencio a las 4:53 de la tarde (2153 GMT), la hora en que el sismo sacudió a Haití el 12 de enero del año pasado.
La Universidad Lynn, que perdió a cuatro estudiantes y dos profesores en el derrumbe de un hotel de Puerto Príncipe, anunció que planea construir una plaza en honor a las víctimas en su campus en Boca Ratón.