Haití­: la población desesperada mientras ayuda tarda en llegar


La gente camina en la calle de la destruida ciudad de Puerto Prí­ncipe. En tanto la ayuda empieza a llegar a Haití­, los expertos están haciendo hincapié en la importancia de la coordinación entre un gobierno central débil, una constelación de grupos no gubernamentales y gobiernos internacionales para asistir a los damnificados. AFP PHOTO / JULIAN TACK

La desesperación y la cólera invadí­an el viernes a los sobrevivientes del devastador sismo que arrasó el martes la capital haitiana, dejando unos 50.000 muertos, ante la lentitud en el rescate de los soterrados y en la distribución de la ayuda llegada de todo el mundo.


En las calles de la capital Puerto Prí­ncipe, sus habitantes pasaron una tercera noche de caos, rodeados de ruinas, entre la fetidez de los cadáveres y amenazados por la violencia.

Los cadáveres seguí­an abandonados en las calles. «Hemos pasado el dí­a recogiendo cadáveres (…) Hay tantos cuerpos en las calles que las morgues están repletas, los cementerios están llenos», según testimonio del cantante norteamericano-haitiano Wyclef Jean, que acudió en ayuda de sus compatriotas.

«En las últimas horas, 7 mil personas han sido enterradas», declaró anoche el Primer ministro peruano, Javier Velásquez Quesquen, desde el aeropuerto de Puerto Prí­ncipe, donde coordina la ayuda a su paí­s, tras entrevistarse con el presidente haitiano René Préval.

Pero muchos haitianos expresaban su ira contra la ausencia de reacción de su gobierno. En las calles, las bandas de jóvenes que intentan ayudar a los supervivientes gritaban su cólera y desamparo, al paso de los 4X4 de diplomáticos y trabajadores humanitarios, que pasaban sin detenerse.

«No hay gobierno. No hay autoridades», se lamentaba una mujer.

Unos 30 paí­ses participan en las operaciones de ayuda y ya están presentes en el paí­s, según el Departamento de estado norteamericano, pero las dificultades son inmensas.

El aeropuerto de la capital, con una sola pista disponible, apenas se da abasto para recibir a tanto tráfico de aviones transportando equipo de socorro y ayuda humanitaria.

Además, las ví­as de comunicaciones del paí­s están en pésimo estado, y los desplazamientos son difí­ciles en unas carreteras destruidas o bloquedas.

Pese a ello, varios equipo procedentes de Estados Unidos, Francia, República Dominicana y Venezuela, ya están trabajando en el terreno. Entre los escombros del Hotel Montana en Puerto Prí­ncipe, socorristas franceses rescataron el jueves a siete estadounidenses y una haitiana, mientras que los socorristas estadounidenses le salvaban la vida a una francesa.

A las dificultades logí­sticas, se añaden para los equipos de rescate los riesgos de violencia, y la fragilidad de las estructuras locales.

«El mayor problema es la inseguridad. Ayer querí­an secuestrar unos camiones nuestros, hoy casi no pudimos trabajar por esa razón en algunos sitios. Hay saqueos y gente armada porque este paí­s es muy pobre y la gente está desesperada», afirmó Delfí­n Antonio Rodrí­guez, jefe de operaciones de Defensa Civil dominicana.

En 24 horas, estos dominicanos rescataron de los escombros a 17 personas vivas y a decenas de muertos, entre ellos más de 20 senadores que estaban reunidos en el momento del terremoto, el pasado martes.

Los almacenes de alimentos del Programa alimentario mundial (PAM) en Puerto Prí­ncipe fueron saqueados, indicó el viernes un portavoz de esta agencia de la ONU.

No menos de 3,5 millones de personas viví­an en las zonas estremecidas por el fuerte sismo de magnitud 7 que azotó el martes gran parte de Puerto Prí­ncipe, indicó el viernes en Ginebra la Organización de las Naciones Unidas.

Unas 300.000 personas perdieron sus viviendas en Puerto Prí­ncipe, tras la destrucción del 10% de los inmuebles de la capital por el sismo, siempre según la ONU, que el viernes anunció haber recibido 268,5 millones de dólares de promesas de ayuda para Haití­.

Por otra parte, el Programa Alimentario Mundial (PAM) estimó el viernes que 2 millones de haitianos recibirán una asistencia alimentaria urgente en el primer mes trasncurrido después del terremoto.

El viernes Francia pidió al Club de Parí­s que anule la deuda de Haití­, y anunció que pedirá a Venezuela una medida similar.

Haití­ debe a Francia 54 millones de euros (77 millones de dólares), según la ministra de economí­a francesa, Christina Lagarde, quien dijo se pondrá en contacto con Venezuela y Taiwán, dos importantes acreedores de Haití­ que no forman parte del Club de Parí­s, para obtener la anulación de la deuda que esa isla caribeña contrajo con ellos.

Al mismo tiempo, un portaviones estadounidense de propulsión nuclear, el USS Carl Vinson, debe arribar a Haití­ para servir de base flotante para las rotacionesde helicópteros, un elemento del dispositivo de socorrro para aliviar las operaciones en el aeropuerto.

El naví­o cuenta demás con un sistema de purificación de agua, decenas de camas medicalizadas y tres salas de operaciones.

Además, el gobierno estadounidense anunció el jueves un ayuda de 100 millones de dólares para Haití­. El Banco Mundial y el FMI también ofrecieron ayudas similares.

VECINOS Cuba y Dominicana demuestran solidaridad


El presidente estadounidense Barack Obama agradeció a su homólogo dominicano, Leonel Fernández, su apoyo para facilitar las tareas de evacuación desde Haití­ y la entrada de ayuda, en una llamada el jueves por la noche, informó la Casa Blanca en un comunicado.

Por otro lado, Estados Unidos anunció este viernes que obtuvo el acuerdo de las autoridades cubanas para utilizar su espacio aéreo a fin de acelerar la llegada de ayuda a Haití­.

«Hemos coordinado con las autoridades cubanas la autorización para hacer vuelos de evacuación médica desde la base naval estadounidense en Guantánamo a Miami, Florida, ahorrando 90 minutos por vuelo», declaró la Casa Blanca en un comunicado.

Esto permitirá a los aviones estadounidenses sobrevolar Cuba en ruta a y desde Guantánamo, situada en el extremo sudoriental de la isla comunista.