«He pasado 50 horas ahí dentro ¡50 horas!», exclama Richard Santos, norteamericano de 47 años que acaba de ser sacado de las ruinas del hotel Montana de Puerto Príncipe por socorristas franceses.
Situado en la parte alta de Puerto Príncipe, la capital haitiana devastada el martes por un terremoto, el sismo transformó al hotel Montana en un montón de escombros en el que socorristas franceses, estadounidenses, chilenos y venezolanos tratan de encontrar supervivientes desde el jueves.
Cada equipo está encargado de un sector: los franceses buscan en lo que era la sala de deportes y la recepción, los norteamericanos en un ala en la que había habitaciones, etc.
Poco antes, socorristas norteamericanos habían salvado a una francesa. «Si hiciera falta una prueba de que es efectivamente francesa, hay que decir que esta dama nos pidió un vaso de vino. Que no le dimos», dice bromeando Rebecca Gustafson, de la agencia estadounidense de ayuda al desarrollo (USAID).
El jueves por la noche, los 30 militares franceses de la protección civil y sus cuatro perros pudieron auxiliar a siete norteamericanos y una haitiana, que estaban atrapados en un bolsón de la recepción del hotel, cuyo techo de hormigón se desplomó con el terremoto.
«Para personas que han pasado 50 horas bajo los escombros, están en un estado de salud correcto», indica el comandante francés Samuel Bernes.
La primera norteamericana extraida del montón de placas de hormigón, Carla Shawn, de 65 años, «agradeció al gobierno francés y a los bomberos» antes de comer «un bizcocho de ración de combate», cuenta Bernes.
Richard Santos, el segundo norteamericano salvado, daba la impresión de estar en buena forma y respondió a algunas preguntas de la prensa mientras era atendido por los médicos del equipo de socorristas.
«He pasado 50 horas ahí dentro ¡50 horas!», exclamó.
Poco antes de medianoche, pudieron ser rescatados tres norteamericanos más. Seguirían otros cuatro norteamericanos y una mujer haitiana, que fueron atendidos por los médicos directamente en el bolsón en el que estaban entre los escombros.
A pocos metros de distancia, un equipo de socorristas norteamericanos llegado de Washington lograban salvar a una francesa. «La cooperación con los franceses ha sido excepcional», recalcó Rebecca Gustafson.
En total, al menos 14 supervivientes pudieron ser socorridos en las ruinas del hotel Montana, de las que fueron recuperados también cinco cadáveres.