¿HACIA Dí“NDE VAN TUS PASOS?


César Guzmán
cesarguzman@yahoo.com

Cierto frí­o dí­a de invierno, un hombre tuvo que salir a buscar leña para calentar su hogar. El viento y la lluvia azotaban fuertemente, así­ que decidió ir sólo, sin que su hijo lo acompañara en la dura caminata que harí­a bajo el inclemente tiempo.

Poco tiempo después, encontrándose en pleno bosque y mientras golpeaba un árbol con su hacha, vio venir a su pequeño hijo totalmente cubierto de fango y tiritando de frí­o. Sorprendido y disgustado preguntó al muchacho cómo se las habí­a arreglado para encontrarlo pues a nadie habí­a dicho cual rumbo tomarí­a para ir a cortar la leña. La respuesta del niño fue inmediata:

–Fue fácil, papá, dejaste la puerta abierta al salir y luego sólo tuve que seguir las huellas que fueron dejando tus pasos en el lodo.–

De la misma manera cada uno de nosotros deja huellas que guí­an a los demás; cuidemos que nuestros pasos vayan siempre sobre el terreno firme del buen ejemplo, la recta conducta. No transitemos por los caminos del mal porque nuestros pasos podrí­an evitar a otros a seguirnos.

El ejemplo es la semilla más fértil, tanto de los vicios como de las virtudes.