Hoy, cuando ya existe un nuevo interventor de la Empresa Portuaria Quetzal, EPQ, sería importante que se haga una profunda auditoría para verificar los manejos que durante la última administración se hicieron porque, incluso en los ya conocidos contratos y concesiones, las cosas no se ven claras.
En Guatemala pareciera que la tradición es que los funcionarios de turno sintieran que las entidades que dirigen son de su propiedad y que, de tal manera, pueden hacer uso de sus recursos y disponer de sus activos de manera en que solo piensan en muy particulares intereses a la hora de tomar decisiones de trascendencia.
Hablando de la portuaria, es importante decir que el tema de la concesión que se dio a favor de una empresa española para la administración de una buena porción de los terrenos de la empresa estatal, fue por medio de un procedimiento en el que la ley se retorció de manera evidente y en el que los funcionarios demostraron un total descaro ante las advertidas y señaladas anomalías en que se estaba incurriendo.
De igual manera, se han hecho varias denuncias sobre el uso de los recursos para el beneficio del anterior interventor y, de igual manera, de algunos miembros del directorio que se han dado a la “ardua” tarea de vivir como reyes a expensas de una entidad que mucho podría ayudar al país en lugar de ser la máquina de hacer funcionarios ricos que ha sido en repetidas administraciones.
Dirán que la Contraloría General de Cuentas de la Nación ya ha hecho su trabajo porque tiene una delegación permanente en la EPQ que se ha dedicado a verificar los procedimientos. Esa delegación en el mejor de los casos, pensando aun positivamente, puede que se haya acostumbrado a ver los procedimientos anómalos como los métodos normales de hacer el ejercicio público.
Por ello es que este es el momento adecuado en que una auditoría con personal nuevo de la CGCN y acompañamiento de entidades civiles de fiscalización pueda venir a encontrar cualquier acción que no haya sido tomada con las medidas necesarias de responsabilidad y transparencia.
El tema de la competitividad pasa por hacer eficiente y eficaz la operación de entidades que, como las portuarias, facilitan y agilizan las operaciones comerciales. Sin embargo y como se ha experimentado con El Salvador, los países vecinos han dado pasos avanzados a ser los puertos prioritarios de la región mientras que en Guatemala sigue siendo una entidad con excelente oportunidad de hacer dinero para quien la maneja.
Minutero
Clave de competitividad
debe ser la honestidad;
urge deshacer grandes entuertos
como el trinquete de los puertos