Empezar por una autoevaluación de nuestra imagen y reconocer que existe un problema de salud, como es el sobrepeso y la obesidad, es un paso importante previo a consultar con un profesional, que puede determinar con certeza el diagnóstico de nuestro estado nutricional.

Esto es fundamental antes de querer iniciar con una dieta, en el caso de las personas que desean un cambio de vida, de aspecto físico y de salud. También es importante aceptar y saber qué acciones se pueden realizar para cambiar con la intención verse mejor y gozar de buena salud.
Iniciar una dieta depende principalmente de la voluntad del paciente y el deseo de querer bajar de peso para mejorar un problema de salud provocado por el sobrepeso y obesidad; es un punto de partida importante para iniciar a cambiar, sin embargo la dieta se ha interpretado como dejar de comer y en muchos casos dejar de cenar, pues es muy común que alguien mencione que no cena porque está a dieta.
Dejar de cenar significa poner en riesgo nuestra la salud y también un obstáculo para lograr bajar  de peso, no solo porque negamos a nuestro cuerpo un adecuado aporte de nutrientes sino que se provoca que el metabolismo se lentifique y con un riesgo alto causar un rebote de peso, pues no se están cambiando hábitos alimentarios que permitirán una pérdida de peso sin riesgo a aumentar peso repentinamente.
Se recomienda realizar  los tres tiempos de comida  y además agregar  dos refacciones  por ejemplo una fruta  como  refacción en la mañana  y en la tarde,  cuidando no solo el tipo sino también en la cantidad de cada alimento y ordenar los tiempos de comida para lograr comer a las mismas horas,  de esta manera se le dará al cuerpo lo que necesita y evitar consecuencias que arriesguen la salud.
Estudios destacan que no cambiar hábitos alimentarios es un riesgo para provocar o continuar con sobrepeso y obesidad, y que uno de los principales  factores de riesgo es saltarse alguna de los tiempos de comida como el desayuno, el almuerzo o la cena.
Antes de empezar una dieta es importante saber cuál es el estado nutricional por un profesional y no solo el pensamiento de cómo nos vemos frente al espejo o lo que dicen los demás de nuestra persona, pues muchas veces se aleja grandemente de la realidad.
Una evaluación nutricional siempre es oportuna, no solo para conocer nuestro estado nutricional, sino que también para evaluar el tipo de alimentación diaria, es decir, analizar si el consumo de alimentos en cuanto a calidad, cantidad y frecuencia son adecuados para nuestras necesidades, ya que muchas veces los gustos, el tiempo, la demanda de trabajo y otros factores nos impiden llevar una alimentación balanceada con los nutrientes que necesitamos