En las pasadas elecciones del 11 de septiembre las mujeres indígenas de San Marcos asistieron masivamente a las urnas a emitir el sufragio, presionadas por los líderes de los partidos políticos, con el argumento de no perder la ayuda solidaria, expresó la observadora de la Misión Indígena, Elvia Karina Coronado.
Coronado, quien también integra la organización Maya “Ajchmolâ€, manifestó que la citada misión observó el proceso eleccionario en los municipios de Comitancillo, Sipacaba, San Lorenzo y Río Blanco, así como en Ixchiguán, Tamumulco, Concepción Tutuapa y San Miguel Ixtahuacán.
Los municipios en referencia se localizan en el altiplano marquense y cuentan con más del 40 por ciento de población indígena, en donde las mujeres votaron por temor a que fueran excluidas de las ayudas procedentes de los programas sociales y de otros ofrecimientos de los políticos, destacó la lideresa.
Los representantes de las agrupaciones políticas más fuertes recurrieron a la estrategia tradicional del acarreo de personas a los centros de votación, que es prohibida por la Ley Electoral y de Partidos Políticos; además hubo compra de votos, por 10 y 20 quetzales, según se pudo constatar y reparto de alimentos, aseguró Coronado.
La observadora añadió que en el próximo cuatrienio de administración pública, los pueblos indígenas, incluyendo al sector femenino de las etnias originarias, no tendrán representatividad ni en las alcaldías municipales, mucho menos en el Congreso de la República.
La entrevistada calificó como un fracaso político la marginación en el proceso, lo que obliga a los pueblos indígenas a fortalecer la organización para afrontar los grandes retos, el hambre, la pobreza y hacer un solo frente ante las transnacionales que continúan con la contaminación y el destrozo de la naturaleza.