Habrían dado muerte a líderes senderistas


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El presidente Ollanta Humala dijo hoy que las fuerzas armadas creen haber dado muerte a dos importantes mandos militares de Sendero Luminoso tras un enfrentamiento con los rebeldes que dejó tres bajas del lado de los subversivos.

Por CARLA SALAZAR, LIMA, Agencia AP

Humala dijo que el enfrentamiento se produjo el domingo en la noche en Llochegua, en la región del valle del Río Apurímac-Ene (VRAE) en el sudeste peruano, reducto de los remanentes de Sendero Luminoso, y que entre los fallecidos estarían el Camarada Alipio, jefe militar de Sendero Luminoso, y el Camarada Gabriel, uno de los tres hermanos Quispe Palomino, clan que dirige el grupo subversivo. Se presume que la tercera baja es el Camarada Alfonso.

«Nuestras fuentes de inteligencia… nos dan cuenta que los tres delincuentes terroristas abatidos serían los mandos número 1 y número 2 de la estructura militar. Estamos hablando del delincuente terrorista Alejandro Borda Casafranca ‘Alipio’ y Marco Antonio Quispe Palomino ‘Gabriel», dijo Humala a reporteros en el palacio de gobierno.

Agregó que el tercer fallecido sería el Camarada Alfonso, mano derecha de Alipio.

El jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, almirante José Cueto, comentó a la AP que se trata de Alipio «con seguridad».

«Falta (confirmar a) Gabriel, pero es casi seguro que si es él también», declaró en comunicación telefónica.

Humala señaló que exámenes de ADN permitirán confirmar «esta buena noticia».

«De confirmarse con exámenes de ADN nosotros creemos que este es un golpe tremendo a la organización. Habríamos descabezado la estructura militar de los remanentes de Sendero Luminoso en el VRAE», acotó el jefe de Estado.

El enfrentamiento ocurrió luego de un trabajo de seguimiento hecho por las fuerzas armadas con apoyo de unidades de inteligencia, señaló Humala. Destacó que entre los militares no hubo ninguna baja.

Cueto contó que desde hace un buen tiempo venían siguiendo y espiando a los subversivos y que «teníamos todo preparado».

El VRAE es desde hace décadas un reducto inexpugnable de las bandas remanentes de Sendero Luminoso que quedaron tras la captura del máximo cabecilla y fundador del grupo rebelde, Abimael Guzmán, quien purga cadena perpetua desde 1992.

La lucha contra los remanentes senderistas en el VRAE, cuyo número se estima en 500 a 600 militantes, ha sido muy difícil para las fuerzas armadas por el gran conocimiento que los rebeldes tienen de esa agreste zona del país. Desde mediados de 2008 alrededor de un centenar de militares fueron muertos por los subversivos en emboscadas en la selva y ataques a bases militares.

La última acción más sonada de Sendero Luminoso fue el secuestro en abril de 2012 de 36 trabajadores contratistas de un proyecto gasífero. Los obreros fueron liberados días después sin que se pagara un rescate.