Hablando de depuración



Constantemente exigimos que las instituciones públicas sean depuradas para librarse de los malos elementos, pero pocas veces entendemos que la depuración tiene que dirigirse a todos aquellos sectores que por su naturaleza influyen en la vida nacional. Ahora que la huelga del magisterio está causando serios problemas a los estudiantes de todo el paí­s, justo es plantear también la necesidad de que la dirigencia del magisterio proceda a depurarse, sobre todo viendo el daño que al gremio le hace la desgastada figura de su dirigente Joviel Acevedo y el pretendido cobro de más de treinta millones de quetzales por su asesor, el abogado Enrique Torres.

Muchas veces los dirigentes de un movimiento social sufren desgaste por su participación, pero pocas veces ese desgaste puede ser tan dañino para todo el movimiento como en el caso presente. Entre los maestros existe un notorio malestar porque se encuentran entre dos fuegos: por un lado saben que hay razones para mantener una huelga en reclamo no sólo de reivindicaciones laborales, sino también por el tema de la polí­tica de educación en su conjunto. Pero sienten el rechazo de una opinión pública que los asocia a todos con la figura del dirigente Acevedo y que no entiende cómo es que un Pacto Colectivo puede costar 35 millones de quetzales que deberán pagar todos los maestros y empleados del Ministerio de Educación.

Si el profesor Acevedo tuviera sentido de las proporciones y su lucha fuera por un movimiento a favor de mejoras de fondo al sistema educativo del paí­s, sin duda que se darí­a cuenta que el mejor aliado que tiene en este momento la ministra Aceña es él mismo. Porque la fortaleza de la funcionaria está en la debilidad de la figura del dirigente que ha sido desgastado seriamente y cuya presencia al frente de la huelga desvirtúa por completo el sentido profundo que pueda tener el movimiento.

Podrá pensar Joviel Acevedo que ha sido ví­ctima de una campaña de desprestigio montada por los medios, y puede ser cierto, pero esa campaña ha fructificado porque se basó en hechos que resultan incuestionables. Acaso el peor de todos haya sido el arreglo del dirigente con su abogado para el cobro de una millonaria suma en concepto de honorarios y la posterior explicación de que no todo será para el abogado Torres, sino que Acevedo usará otra parte para montar su defensa legal.

Repetimos que mientras Acevedo esté al frente del movimiento magisterial, la ministra Aceña estará confiada porque se beneficia del desgaste que presenta la figura del dirigente. Y Acevedo tendrí­a que entender que la depuración es necesaria y que su presencia hace un daño irreparable al esfuerzo por mejorar el sistema de la educación en Guatemala y apuntala a quienes quieren preservar un sistema de privilegios para Pronade.