Los habitantes de Yakarta buscaban sus pertenencias entre el barro y los escombros tras varios días de lluvias que inundaron la capital de Indonesia y hoy empezaban a remitir.
Las lentas operaciones de limpieza se llevaban a cabo después de varios días de inundaciones que mataron a 50 personas, según un último balance, y obligaron a cientos de miles de habitantes a abandonar sus casas.
Sin embargo, unas 263.000 personas seguían alojadas en albergues en la capital y en las localidades adyacentes de Tangerang, Bekasi y Depok, indicó Rustam Pakaya, del centro de crisis del ministerio de Salud.
Otro responsable dijo que el nivel del agua en muchas zonas de Yakarta ha bajado de forma significativa, lo que permitía a los habitantes volver a sus residencias y empezar a realizar las operaciones de limpieza.
El barro cubría los colchones apilados, ropas y trozos de madera y otros objetos dañados por las aguas y amontonados en las calles.
Unas 200 personas, sobre todo mujeres y niños, se manifestaron fuera del parlamento para pedir la dimisión del gobernador de Yakarta, según el portal de noticias detikcom. Fue criticado por no hacer suficiente para prevenir el desastre.
La policía de Yakarta identificó 30 zonas en las que el nivel del agua sigue impidiendo el acceso al tráfico.
El ministro de Planificación y Desarrollo, Paskah Suzetta, estimó las pérdidas causadas por las inundaciones en un mínimo de 453 millones de dólares en daños en infraestructuras y pérdidas en ingresos estatales.
La industria de seguros podría recibir demandas por más de 400.000 millones de rupias, según Frans Sahusilawane, presidente de la asociación de aseguradoras de Indonesia.
Este miércoles por la mañana no se había informado de enfermedades graves, según el centro de crisis.
Rustam Pakaya pidió a la población que mantenga las medidas de higiene debido a que todavía hay riesgos de enfermedades causadas por las inundaciones.
La oficina de meteorología indicó que desde el martes a mediodía no han caído fuertes lluvias en la capital, aunque el gobernador de la capital pidió precaución.
«Tenemos que estar preparados para la posibilidad (de inundaciones) hasta finales de mes», dijo en una entrevista en Trans TV.
Añadió que con la ayuda de la policía y los militares, se están construyendo albergues en la ciudad para los miles de desplazados por las lluvias.
Más de 40.000 policías, soldados y voluntarios ayudaron a evacuar y distribuir ayuda a unas 340.000 personas desplazadas por las inundaciones, algunas de las cuales comenzaron a regresar a sus casas.
El ministro de Medio Ambiente, Rachmat Witoelar, declaró que las inundaciones se deben a una construcción excesiva en cuencas naturales.
El antiguo puerto que funcionaba cuando la ciudad formaba parte de la colonia holandesa se construyó en un terreno pantanoso y algunas zonas de la capital están por debajo del nivel del mar.
Después de unas inundaciones devastadoras en 2002, se trazó un proyecto para un sistema de canalización de 24 kilómetros, pero hasta el momento sólo se ha construido un tercio de éste.