El huracán Gustav comenzó a azotar hoy la costa estadounidense del Golfo de México con fuertes vientos y lluvias tras la evacuación de dos millones de personas en el estado de Luisiana y que transformó a Nueva Orleans en una ciudad fantasma.
Gustav fue degradado a categoría dos, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC) con sede en Miami, aunque advirtió que continuaba siendo una amenaza «extremadamente seria», y que podría causar una subida de las aguas de entre tres y cuatro metros por encima del nivel normal.
El ojo del huracán, que tocaría tierra a mitad de la jornada, se desplazaba en dirección a la costa sudoeste de Luisiana y estaba a 130 km al sur de Nueva Orleans, indicó el NHC en su boletín de las cinco de la mañana (hora de Guatemala).
Unos 750 guardias nacionales fueron movilizados a Nueva Orleans en previsión de eventuales operativos de rescate para cerca de diez mil ciudadanos irreductibles que se quedaron en sus hogares, tras una masiva evacuación descripta por los medios como la mayor de la historia estadounidense.
Según el gobernador de Luisiana Bobby Jindal, Gustav, que dejó más de 80 muertos a su paso por el Caribe, causó sus primeras víctimas ayer en este estado sureño: tres pacientes en estado crítico que murieron durante la evacuación de un hospital.
Reportes de cortes en la energía eléctrica en la zona este de Nueva Orleans comenzaron luego de que el viento y la lluvia la alcanzaran.
Cientos de miles de personas abandonaron Nueva Orleans ayer, convirtiéndola en un lugar casi desierto. La zona todavía estaba recuperándose del mortífero paso del Katrina en 2005, que dejó 1.500 muertos.
«Pensamos que como máximo debemos tener 10 mil personas todavía en la ciudad. Es un verdadero pueblo fantasma», dijo el alcalde Ray Nagin tras informar que la Policía estimaba en 372 mil los evacuados.
Jindal había emitido ayer un llamado de último momento a los residentes que todavía seguían en la zona. «Si están escuchando esto, viendo esto, si no evacuaron, por favor háganlo. Todavía quedan unas horas», dijo.
Por otra parte, las campañas de los candidatos presidenciales Barack Obama (Partido Demócrata) y John McCain (Partido Republicano) quedaron sujetas a los embates de Gustav, que alcanza Estados Unidos justo cuando estaba programado el comienzo de la convención nacional republicana en St. Paul (Minnesota, norte).
McCain cambió sus planes de campaña y viajó a Mississippi ayer a verificar los preparativos para el huracán, en tanto se decidió que el primer día de la convención tuviera una agenda reducida.
Mientras, el presidente George W. Bush confirmó que no acudirá a la convención republicana de hoy, sino que viajará a Texas para asistir a la coordinación de las operaciones de rescate.
Por su parte, las compañías petroleras evacuaron personal e interrumpieron casi toda la producción en el Golfo de México, donde Estados Unidos produce 26% de su crudo.