La película brasileña, «Mutum», de Sandra Kogut, una excelente adaptación del universo de Joao Guimaraes Rosa que se estrenó en el Festival de Cannes en 2007, llega este miércoles a las pantallas francesas.
El relato «Campo Geral» que da pie al primer largo de ficción de Sandra Kogut se sitúa en Mutum, un lugar del recóndito «sertao» o sertón del altiplano de Minas Gerais, donde nació Guimaraes Rosa. Lugar de vida dura, gente de pocas palabras, naturaleza omnipresente.
El protagonista es Thiago, un niño de 9 años que después de vivir una vida familiar abrupta, descubre con asombro que unas gafas prestadas le pueden cambiar la visión del mundo cuando le llega la hora de trasladarse a la ciudad.
Para preparar la hora y media de cine puro que ofrece la película, en el linde entre ficción y documental, Sandra Kogut viajó año y medio por Minas Gerais, visitó escuelas rurales, conoció a un millar de niños, instaló talleres donde jóvenes actores convivían con la gente del lugar.
Se trataba de observar, entender y dejar de llamar la atención. Como hizo hace medio siglo Guimaraes Rosa cuando escribió el relato. Un método de trabajo que tiene mucho que ver con la experiencia de Sandra Kogut como documentalista.
«Mutum» es una coproducción entre Brasil (Tambellini Films) y Francia (Gloria Films). Flavio Tambellini implicó en la aventura a dos amigos cineastas, los hermanos Joao y Walter Salles.
Después de clausurar la Quincena de Realizadores en el Festival de Cannes en mayo de 2007, «Mutum» se estrenó en Brasil en noviembre de 2007, ha viajado por medio mundo, ganó más de veinte premios, se ha vendido en unos quince países.
De todo ese recorrido, Sandra Kogut destaca, en conversación con la AFP en París, dos momentos muy especiales. La invitación de Berlín a Thiago da Silva Mariz, el niño protagonista, «que empezó a caballo» el único viaje internacional de su vida. Y la emoción de la presencia del niño en el Festival de Río, donde con 12 años, tres más que en el rodaje, Thiago vio por primera vez la película: nunca había ido al cine.
En Brasil «ahora sólo hay cines en las grandes ciudades y no llega a muchos lugares del interior, cada vez menos», explica la cineasta. «Por eso, Thiago no sabía lo que era una proyección, él me dijo que la imaginaba como una «casinha», antes de descubrir la película y el cine en una sala de mil localidades. Fue muy emocionante».
Ahora, la película llega a Francia, país especial para esta directora que vivió en París y aprecia que la cartelera gala refleje que «la diversidad puede existir».
La distribución francesa corre a cargo de la empresa Pierre Grise, que para empezar ha programado un estreno en tres cines de París y en otras siete ciudades francesas.
El mensual especializado Studio alaba la «gran justeza» de la puesta en escena de Sandra Kogut y recomienda este «hermoso logro».
El mensual Les Cahiers du Cinéma destaca, en un detallado análisis de «Mutum», que «en lugar de poner una losa de plomo encima de las víctimas» de la miseria, trata de «ver lo que, en medio de la indigencia más absoluta, resiste a la inhumanidad».
La directora, mujer de 43 años de hablar dulce y sonrisa fácil, una «nómada» que ha residido en trece lugares diferentes en los últimos cinco años, se ha asentado por un tiempo en Nueva York, donde está empezando a escribir su próxima película.
La narración no parte ahora de un libro sino de historias que ella conoce de amigos y transcurren en un contexto urbano. «Este proyecto tiene que ver con mi infancia real, en Río», dice, sin querer entrar en más detalles porque aún «está muy en el principio».