El actor francés Guillaume Depardieu, que falleció ayer a los 37 años de edad, era un actor de sensibilidad extrema, durante mucho tiempo opacado por la personalidad y la fama de su padre, Gérard Depardieu.
Guillaume Depardieu murió ayer en un hospital de la periferia de París, «tras haber contraído un virus que le provocó una neumonía fulminante», indicó Artmedia, agente de su padre.
Hijo de los actores Gérard y Elisabeth Depardieu, nacido el 7 de abril de 1971, Guillaume Depardieu tuvo una juventud rebelde, marcada por la velocidad, la violencia, la droga y el alcohol.
En octubre de 1995 sufrió un accidente de moto a raíz del cual debió ser sometido a 17 operaciones quirúrgicas. El 6 de junio de 2003, debió sufrir la amputación de una pierna, operación destinada a poner fin a los sufrimientos provocados por una infección contraída durante las operaciones.
Actor de sensibilidad extrema, trabajó en unas 20 películas.
Debutó en 1990 en un telefilm de Cyril Collard, «Taggers».
En 1991, actuó por primera vez con su padre en «Todas las mañanas del mundo» de Alain Corneau. Padre e hijo, que mantenían relaciones difíciles, volvieron a encontrarse en los rodajes de dos telefilms de Josée Dayan, «Los miserables» y «El conde de Montecristo».
Hubo que esperar «Aime ton pí¨re» (Ama a tu padre) de Jacob Berger, en 2002, para que se calmara la confrontación entre Guillaume Depardieu y un padre al que reprochaba su ausencia. En esa película, encarnan a un padre y un hijo cuyas relaciones se parecen a las ambos tienen en la realidad, y que Guillaume evocó en 2004 en un libro de entrevistas, «Tout donner» (Dar todo), escrito con el periodista Marc-Olivier Fogiel.
Guillaume Depardieu actuó a las órdenes de Pierre Salvadori en varias películas, entre ella «Los aprendices», que le valió en 1996 un César, el Oscar del cine francés.
Trabajó en «Pola X» de Léos Carax, «Marthe» de Jean-Loup Hubert, «Piel de angel» de Vincent Perez, «El farmacéutico de guardia» de Jean Veber y «La duquesa de Langeais» de Jacques Rivette.
En 2008, dos de sus películas fueron presentadas en el festival de Cannes: «De la guerra», de Bertrand Bonello, y «Versalles», de Pierre Schoeller, en la que interpreta a un vagabundo a la vez tierno y rebelde.
El actor trató de crear en 2003 una fundación destinada a reunir testimonios sobre las enfermedades infecciosas contraídas en los hospitales, pero no logró realizar su proyecto.
«Era un muchacho simpático, conmovedor y excesivo en todo», declaró el lunes a la AFP Alain-Michel Ceretti, fundador de una asociación de ayuda a las víctimas de dichas infecciones.
Guillaume Depardieu tuvo varias veces problemas con la justicia. En junio pasado fue condenado a dos meses de detención por conducir en estado de ebriedad.
Era padre de una niña y, al margen de su carrera de actor, estaba preparando un disco de canciones que quería lanzar en 2009.
En las últimas semanas, había participado en el rodaje en Rumania de un thriller psicológico, «La infancia de ícaro», dirigido por Alexandre Iordachescu.