-¿A El Salvador van a ir? ¿Y qué hay ahí?
Así nos decían casi todos los viajeros que nos cruzábamos por Centroamérica antes de llegar a ese pequeño país.
Nosotras no sabíamos bien qué responder, pero sus interrogantes no eran lo suficientemente tenaces como para desalentar nuestro plan.
Tras recorrer parte de Honduras llegamos a El Salvador por el norte. La Palma, un pueblo rodeado de verde y con sus paredes llenas de colores inspiradas en Fernando Llort, fue nuestro primer destino.
Todavía no sabíamos que de ahí en adelante los bananos iban a llamarse guineos y que las pupusas, en cualquiera de sus presentaciones, iban a ser la base de nuestra alimentación por un par de meses.
Fue don Salvador quien de primera mano y basado en su experiencia personal nos abrió el camino de la historia que profundizaríamos con el correr de las semanas: no habían pasado más que 20 años del fin de una extensa guerra civil que había dejado más de 75 mil muertos y otros tantos exiliados.
No fue difícil seguir investigando, los salvadoreños son muy amigables y no dudan a la hora de iniciar una conversación con extraños, conscientes de que su país es poco popular entre los destinos turísticos.
Ellos tienen mucho para contar, pero faltan oídos que quieran escucharlos, desde los grandes sueños revolucionarlos hasta las historias más personales. Si una está casada o si nuestra abuela tiene reumatismo da igual, ellos escuchan atentos. Por nuestra parte encantadas, así conocíamos sobre la milpa o el arte de enamorar mujeres siendo chofer de un autobús.
Con el ansia de saber más nos fuimos desplazando de pueblo en pueblo, sabiendo que no hay mejor forma de aprender que cotorreando con la gente.
Las historias de la ‘Venceremos’, la radio clandestina del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional durante la guerra civil, nos hacían viajar con la imaginación para intentar comprender cómo sería vivir un conflicto armado de semejante magnitud. Ellos, que más de veinte años atrás alentaban al pueblo a mantenerse firme en la lucha, ahora sin saberlo nos guiaban por las montañas y ríos de la zona oriental del país.
Llegamos a Arcatao, un pueblo escondido entre las montañas, muy cerca de la frontera con Honduras. Allí aparecimos con nuestras mochilas ante la atenta mirada de los locales que nos miraban como si fuéramos marcianas llegadas de otra era.
Conocimos a Rosa, una mujer bella como la flor que lleva su nombre, pero con un carácter fuerte que no deja a nadie indiferente. Y menos a nosotras que delante del plato de frijol con tortillas nos quedamos con las bocas abiertas ante cada una de sus anécdotas.
Cómo podía esta mujer, mamá de siete hijos, contar esas historias terribles con tanta serenidad, sin dejar de regalarnos una sonrisa a la hora de escuchar nuestras infinitas preguntas.
Sin duda alguna fue ella quien nos inspiró a realizar ‘Guerrilleras’, un proyecto audiovisual y fotográfico — en producción durante el 2012 — sobre la guerra civil salvadoreña desde una perspectiva de género: la experiencia de las mujeres en la guerrilla.
A través de sus relatos buscamos encontrar respuestas a algunos interrogantes: ¿cómo fue la experiencia de la mujer en la guerra?, ¿cuál fue su papel dentro de la guerrilla?, ¿cómo fue luchar por sobrevivir y proteger a su familia?, ¿cómo cambió el paradigma de la mujer dentro de una estructura patriarcal en una sociedad tradicionalmente machista?, ¿cuáles fueron las consecuencias y cómo continúa hoy su lucha?.
Iniciamos una campaña de financiamiento para solventar los gastos de estadía durante los meses de trabajo en El Salvador.
Este enfrentamiento está plagado de sufrimiento, horror, tragedia y muerte. Pero también es una historia de amor, lucha y esperanza: el amor del pueblo por el pueblo, la lucha por una vida digna y la esperanza de ofrecer un mundo mejor a las generaciones venideras.
Creemos fundamentales los trabajos que hacen hincapié en la memoria histórica. Nos motiva emprender un proyecto que sea una herramienta para aprender y reflexionar no sólo sobre la historia salvadoreña sino también sobre Latinoamérica, los movimientos sociales y el rol de la mujer, en una región con una clara desigualdad de género.
La problemática sigue vigente, han pasado 20 años del fin de la guerra pero El Salvador sigue sufriendo las consecuencias del conflicto y tantos otros pueblos en el mundo son oprimidos por políticas crueles y ejércitos sanguinarios.
‘Guerrilleras’ busca primordialmente ser una herramienta para conservar la memoria histórica. Un material para contribuir y comprender la historia reciente de El Salvador en el marco del conflicto armado. Un instrumento para reflexionar sobre la identidad de la mujer en la guerra civil. Una muestra del pasado que siempre es presente y que en voz de sus protagonistas pide no ser olvidado.