Guerras y sublevaciones


Aniversario. Una mujer iraquí­ recién acaba de pasar a unos soldados estadounidenses. Irak celebra los 75 años de su ingreso a la Sociedad de Naciones, predecesora de la ONU. (AFP / La Hora)

Irak, la antigua Mesopotamia, que el miércoles celebra los 75 años de su ingreso a la Sociedad de Naciones, predecesora de la ONU, fue escenario de varios levantamientos, golpes de Estado, guerras, dictaduras y embargos, pero prácticamente ignoró la paz.


Desde antes de esta independencia, relativa al principio, ya que Gran Bretaña habí­a elegido al primer ministro, Nuri Said, Irak experimentó numerosos conflictos, incluyendo revueltas contra los ocupantes, primero otomanos y luego británicos, atraí­dos por el petróleo.

La historia iraquí­ se ha visto marcada por la cuestión kurda, las relaciones entre los sunitas, minoritarios pero que en general han monopolizado el poder, así­ como las relaciones con Kuwait e Irán.

Faisal I, rey desde 1921, muere el 7 de septiembre de 1933. Su hijo Ghazi I se distancia de los británicos.

El 3 de abril de 1939, el rey Ghazi muere en un accidente de automóvil no explicado. Como su hijo Faisal tiene sólo cuatro años, el emir Abdulilá, un primo, es nombrado regente.

Durante la Segunda Guerra Mundial, el jefe nacionalista Rachid Ali toma el poder, en abril de 1941. Espera infructuosamente la ayuda los nazis alemanes. Abdulilá es destituido y los británicos recuperan Bagdad. Sin embargo, Abdidulá regresa en junio.

Los disturbios se reanudan después de la guerra, aunque la entronización de Faisal II, el 2 de mayo de 1953, no detiene la violencia.

Se prohí­be toda oposición en septiembre de 1954. Creación clandestina de un «Frente Popular», que reúne a nacionalistas, baasistas, comunistas, kurdos y partidarios de Nasser. Este toma el poder el 14 de julio de 1958, con el general Abdel Karim Kassem, quien proclama la República luego de un baño de sangre.

El 8 de febrero de 1963, el general Abdel Salam Aref, aliado de los baasistas, derroca a Kassem, quien es asesinado. En noviembre, el Partido Baas (partido del «renacimiento» árabe) es apartado del poder.

El nuevo presidente muere en un misterioso accidente de helicóptero en 1966. Es reemplazado por su hermano Abdel Rahman, quien es derrocado a su vez el 17 de julio de 1968 por el Baas, liderado por el general Ahmed Hassan al Bakr, el nuevo presidente, y el joven Saddam Hussein, quien tuvo que exiliarse por haber intentado asesinar a Kassem en 1959.

Saddam Hussein, vicepresidente y «hombre fuerte», negocia la autonomí­a para los kurdos, firmada en 1970. Pero el conflicto persiste, y la forma de autonomí­a acordada por Bagdad es rechazada por los dirigentes kurdos.

Un año después de haber sucedido a Bakr –quien morirá de una misteriosa enfermedad en 1982-, Saddam Hussein ataca a Irán, en septiembre de 1980, después de una década durante la cual Irak se ha enriquecido gracias al petróleo, que ha sido nacionalizado, y ha adquirido, como paí­s «laico», cierto prestigio internacional a pesar de la dictadura.

La guerra con la cual Irak supuestamente trata de «contener» la revolución islámica cuenta con el respaldo internacional y dura ocho años, costando la vida a más de un millón de personas.

En agosto de 1990, Irak invade Kuwait, al que considera su 19ª provincia. Una coalición dirigida por Estados Unidos lo expulsa en febrero de 1991, e Irak es sometido a un embargo económico.

Ante la sospecha de que dispone de armas de destrucción masiva y que busca dotarse del arma nuclear, Irak es bombardeado en 1998, y luego invadido, en marzo de 2003, por Estados Unidos y Gran Bretaña.

El 9 de abril, el poder baasista es derrocado. Se instaura un nuevo régimen, liderado actualmente por el primer ministro Nuri al Maliki, un chiita, y un presidente de la República kurdo, Jalal Talabani. Saddam Hussein es ahorcado el 30 de diciembre de 2006.

Sin embargo, Irak sigue siendo teatro de operaciones de guerra.