Informándome acerca del acontecer internacional a través de los medios de comunicación, pero, principalmente en el vespertino Diario La Hora, he podido darme cuenta que hasta la fecha 2 de enero del año en curso, transcurría el séptimo día de la ofensiva hebrea contra la Franja de Gaza que ha dejado más de 430 muertos, incluido un jefe del movimiento islámico. Por aparte, tuve la oportunidad precisamente el viernes 2 de enero, de escuchar el programa «Diálogo», transmitido en radio Nuevo Mundo, en el cual hicieron acto de presencia, el Sheij (guía espiritual) de la mezquita en Guatemala, Abdel Bard; el doctor Amar Rady, integrante de la junta directiva; el antropólogo Julio Valdés, miembro de la comunidad; y el empresario de origen libanés Abdel Aucar. Dichas personalidades, cada quien en lo particular dio su punto de vista en relación a los ataques en Gaza. En su intervención el Sheij Abdel Bard, comentó que la situación es bastante dolorosa, y que el deseo de ellos, desde el punto de vista humanitario, es que los ataques cesen a la mayor brevedad posible, pues son seres humanos los que diariamente mueren, y esto es motivo que debe llevarnos a momentos de reflexión espiritual. El doctor Amar Rady, dijo lamentarse por la situación que incluso una de las víctimas del ataque del séptimo día fue Nizar Rayan, un alto dirigente del grupo islamista Hamas en el norte de Gaza. El antropólogo Julio Valdés, miembro de la comunidad islámica en Guatemala, dijo sentirse consternado por las atrocidades que ocurren alrededor del mundo, pero, de manera principal por lo ocurrido en Gaza, donde han muerto más de 430 personas entre hombre, mujeres y niños. El antropólogo Valdés, además de lamentar los hechos acaecidos, dice que no basta con que hallan pronunciamientos y mensajes de solidaridad; es importante también que surjan mediadores, pues no son animales los que están muriendo, sino humanos, enfatizó. El empresario Abdel Aucar, en su momento de intervención dijo, que no es tan necesario saber si la guerra lleva intereses económicos, sociales, religiosos, políticos, o territoriales; lo más interesante y urgente es hacer ahora mismo, un llamado a la población guatemalteca y al mundo, invitándoles a un clamor espiritual, elevando sus oraciones al Creador del Universo para que cese la ofensiva de Israel en la Franja de Gaza. Figúrese usted, mi amable lector, que la mera verdad es que los ataques israelíes siguen su marcha después de que el estado hebreo rechazara la propuesta de tregua formulada por la UE, una negativa que definitivamente deja presagiar una inminente ofensiva terrestre del suelo palestino. Debemos vivir en paz, y nuestro mejor deseo es que triunfemos en cuanto a anhelar una genuina democracia con verdadera, armonía, fraternidad, igualdad y dignidad.