Guerra de narcotráfico a Internet


Drogas. El narcotráfico y la incautación de drogas ha provocado la violencia en México.

La sangrienta guerra entre cárteles mexicanos del narcotráfico, que ha generado cientos de muertes en los últimos años, ha llegado a Internet con la colocación el domingo de un video en el popular portal YouTube de la aparente decapitación de un presunto sicario.


En la grabación, de cinco minutos de duración y extrema violencia, una persona con sí­ntomas de haber sido torturada, confiesa entre puñetazos su participación en los ataques a dos comisarí­as de Acapulco (sur) en febrero en los que murieron siete personas, y después es decapitado.

El video, que fue rápidamente bloqueado por YouTube, tiene un corte en el momento en que una persona comienza a estrangular a la ví­ctima con una correa y dos tubos, con los que hace torniquete.

Pero inmediatamente después se muestra su cuerpo desnudo, todaví­a atado a una silla y con pintadas amenazantes en el torso y las piernas, descabezado.

Antes de eso, el hombre confiesa trabajar para los Zetas, un grupo de sicarios al servicio del Cártel del Golfo, y va desvelando los detalles de uno de los ataques -que según testigos presenciales fue grabado en video por los sicarios- a las comisarí­as, así­ como el nombre de los supuestos autores materiales e intelectuales.

«Mataron a los ministeriales, a una secretaria y a mucha gente que habí­a allí­ (…) Habí­a gente y ahí­ mismo los arrodillaron en un cuarto y ahí­ vino el Chilango y los mató a todos», dijo.

Es el segundo video del mismo estilo en apenas una semana, después del que difundieron TV Azteca y la página de Internet del diario El Universal, en el que otros dos presuntos miembros de los Zetas, que habí­an sido hallados dí­as antes ejecutados, dan nombres y detalles de su organización en el estado de Veracruz (este), incluidos las identidades de los policí­as que tienen en nómina.

Los cuerpos de los supuestos sicarios, que en la grabación aparecen arrodillados y flanqueados por cuatro encapuchados que les apuntan con fusiles, fueron abandonados con un letrero que decí­a: «Somos Gente Nueva y esto les va a pasar a todos los que apoyen a Los Zetas. Por un México Limpio».

En el caso del video del decapitado, éste aparece con pintadas en el cuerpo contra los Zetas («Matan mujeres y niños») y amenaza al presunto responsable del ataque, un tal Ostión («Sigues Ostion»).

Además, antes y después del interrogatorio y decapitación, aparecen las leyendas: «A los pendejos que quieran venir a buscarnos esto es lo que les va a pasar» y «Tú sigues Lazcano», presuntamente en alusión a Heriberto Lazcano, de quien se sospecha lidera los Zetas en Guerrero.

Es habitual en México que en los sangrientos ajustes de cuentas entre narcotráficantes o en los asesinatos intimidatorios de policí­as, se dejen mensajes en los cadáveres lanzando amenazas a los rivales o a las fuerzas de seguridad o acusando a éstas de estar coludidas con algún otro cártel.

Hace un año, las cabezas de un policí­a y un ex agente fueron abandonadas frente a una dependencia pública en Acapulco con el mensaje: «Para que aprendan a respetar».

Este domingo fueron encontrados en el estado de Nuevo Laredo (noroeste) los cadáveres de dos presuntos informantes del Ejército mexicano con sendos mensajes: «Esto le pasa a los dedos (informantes)» y «Â¿Así­ protegen a sus informantes?».

Sin embargo, estos dos últimos videos son una bofetada para el gobierno federal de Felipe Calderón, que ha tomado la lucha contra el narcotráfico como bandera y que ha lanzado operativos conjuntos de la policí­a y el ejército, con más de 20.000 elementos, de gran efecto mediático pero cuestionada eficacia.

Los precedentes apuntan a la responsabilidad del Cártel de Sinaloa, liderado por Joaquí­n ’El Chapo Guzmán’ (fugado de una cárcel de seguridad hace seis años) y principal rival del Cártel del Golfo, de Osiel Cárdenas, quien fue extraditado en enero a Estados Unidos.

En diciembre de 2005, fue difundido otro ’narcovideo’ en el que cuatro presuntos Zetas eran interrogados y uno de ellos ejecutado, lo que llevó a la Procuradurí­a federal a investigar a once elementos de la Agencia Federal de Investigación presuntamente coludidos con la organización del ’Chapo Guzmán’.