Desde el comienzo de la grave crisis política que estalló a mediados de noviembre en Líbano con la renuncia de seis ministros pro sirios, la mayoría gubernamental se enfrenta a la oposición, apoyada por el Hezbolá chiíta, Siria e Irán, en la prensa, la radio y la televisión.
«Juramos por todos nuestros mártires que ustedes no volverán a Líbano», dice a los sirios la televisión Future TV, propiedad del jefe de la mayoría parlamentaria, Saad Hariri.
Junto con el mensaje, un vídeo con los seis políticos libaneses antisirios asesinados en 2005 y 2006, entre ellos el ex primer ministro Rafik Hariri, padre de Saad.
La mayoría parlamentaria antisiria, que culpa de los asesinatos a Damasco, acusa a la oposición de querer que Siria vuelva a «tutelar» Líbano, y reclama una minoría de bloqueo en el gobierno.
La cadena Al Manar, órgano del poderoso partido opositor Hezbolá, chiíta radical, replica difundiendo un vídeo en el que se pide al primer ministro, Fuad Siniora, que dimita, y muestra a los cientos de miles de libaneses que se manifestaron a favor de ello.
«El gobierno libanés goza de buena salud», aunque también «tiene muchos problemas», afirma en el vídeo Al Manar, que hace una lista de ellos, «desde la corrupción a la inseguridad, que caracterizan al gabinete».
«Gobierno en estado de muerte clínica», «gobierno ilegítimo», y gobierno «con transfusión norteamericana», se repite en los noticieros de las televisiones de la oposición, a lo que los antisirios replican acusando a sus adversarios de «golpistas al servicio del tándem sirio-iraní» y hablan de la «dictadura de la minoría».
La prensa escrita les sigue: el diario Al Mustaqbal, de la mayoría, describe «tiranteces» en la oposición y «presiones sirias a sus aliados libaneses para que fracase cualquier mediación», mientras que Al Ajbar, cercano al Hezbolá, acusa al gobierno de «responder a toda mediación con una nueva crisis».
Pero la guerra mediática no se detiene ahí, ya que los medios de comunicación se acusan unos a otros de incitar al conflicto religioso.
La Future TV, propiedad de sunitas, difunde un vídeo con un partidario del Hezbolá que cambia la bandera de Líbano por la de esta formación chiita en una plaza del centro de Beirut donde la oposición organiza manifestaciones para obligar al gobierno a la dimisión.
Aunque los dirigentes políticos estiman necesario poner término a las campañas mediáticas, tras la primera visita de mediación del secretario de la Liga Arabe, Amr Musa, a comienzos de diciembre, éstas no cesan.