Guatescándalos


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Es ya grande la cantidad de escándalos que los funcionarios del actual gobierno de la República han protagonizado, y al decir escándalos me refiero específicamente a lo que como tal indica el DRAE y que es lo siguiente: ESCÁNDALO: “σκάνδαλον, palabra originada del idioma griego y posterior scandalum del idioma latín, y significa “Acción o palabra que es causa de que uno obre mal o piense mal de otro. Alboroto, tumulto, ruido. Desenfreno, desvergüenza, mal ejemplo. Asombro, pasmo, admiración”.

Fernando Mollinedo


Un escándalo es un incidente ampliamente publicitado que incluye acusaciones de proceder incorrecto, degradación o inmoralidad. Un escándalo puede basarse en actos reales, ser producto de acusaciones, o una mezcla de ambas. Las acciones tomadas para encubrir un escándalo e impedir que éste se haga público suelen generar un escándalo mayor si el encubrimiento falla y el escándalo logra efectivamente hacerse público.

Un escándalo puede hacerse público debido al trabajo de filtración informativa o de otro tipo, debido a la confesión de una persona involucrada en el mismo u otros métodos. El escándalo en Guatemala es una acción que magnifica la conducta de las personas protagonistas de actos reñidos con la ley, abusos, opiniones o comentarios que llevan consigo el “destape” de alguna conducta anómala que es ignorada de forma real o ficticia por las autoridades sin que emitan un juicio o castigo por la misma.

En retrospectiva, según la masa popular o vox pópuli, algunos de los escándalos más publicitados  durante el presente gobierno han sido: el hurto de 1499 granadas para fusil;  la compra de perfumes  y chocolates realizada por la vicepresidenta;  la compra de pilas y láminas en Fonapaz; la venta/concesión/usufructo de la Portuaria Quetzal; la captura del ex alcalde de la Antigua Guatemala; la sobrevaloración de los alimentos en la SAAS, y la aprobación del presupuesto nacional para el año 2014.

Además: las denuncias que tienen los alcaldes de Chinautla, Villa Nueva, Fraijanes, Villa Canales;  el hueveo de niños en hospitales nacionales e IGSS; la viceministra de Salud escandalizando en la vía pública; el fraccionamiento de las compras en los ministerios y secretarías de Estado; uso desmedido de la tarjeta de crédito en el caso del Renap; la respuesta del Ministro de Trabajo a la periodista que le entrevistó contestándole: “Ah puta, si esto cuesta pisto”.

El ofrecimiento del diputado Galdámez a un periodista; la acción del diputado Edgar Ávila del Partido Patriota solicitando la destitución de un trabajador del Maga por no pertenecer al partido oficial (pág. 6, 25/09/13 Prensa Libre); los cambios efectuados en la SAT e IVE con el fin de poner a funcionarios del partido oficial; la imposición de un nuevo gerente del IGSS y otros más.

En lo judicial, el frenazo de la Corte de Constitucionalidad al juicio de genocidio contra Efraín Ríos Montt; la exculpación de ocho militares en el desfalco/hueveo al Ministerio de la Defensa Nacional; la persecución y asesinatos de periodistas; la autorización y/o prolongación del subsidio al transporte urbano; la corrupción en la Dirección General de Transportes;  las nuevas promociones de policías “graduados” sin equipo para realizar su trabajo.

Otros más; la decisión de seguir comprando las medicinas al mismo proveedor; el nombramiento de personas con pasado delictivo o al menos sindicados de conductas anómalas en gobiernos anteriores; la extradición maliciosa del ex presidente Alfonso Portillo y otros más que podrían engrosar la presente lista. ¿Cuándo cesarán los escándalos gubernamentales? Cada semana nos hundimos más y más.