Por motivos familiares he podido visitar Australia. Aproveché para contactarme con algunos de los guatemaltecos que se trasladaron a este país a lo largo del conflicto armado interno de Guatemala. Son ahora personas que gozan de gran prestigio, tanto por sus aportes a la sociedad australiana como por su dedicación a las mejores causas de nuestro pueblo. Son a la vez expresión y reflejo de la condición guatemalteca en este continente.
Al saber de mi venida, organizaron actividades para dar a conocer la situación actual de Guatemala y los problemas que aún la aquejan. Se pudo hacer contacto, entre otros, con dos parlamentarios, Paul Lynch y Telmo Languiller, con quienes se habló de la lentitud e ineficacia del Estado guatemalteco en la implementación de los Acuerdos de Paz. Peor aún, fue necesario señalar que la situación de los derechos humanos sigue constituyendo una pesadilla de nuestro pueblo y una zona de retrocesos, con fenómenos tales como el feminicidio y la «depuración social».
En especial, se les hizo saber que pese a que Guatemala ha firmado la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas y es parte de la Convención 169 de la OIT, se les quiere ahora imponer a poblaciones Mayas explotaciones mineras en sus territorios, sin su consentimiento, pese a ser esto una violación flagrante de las mismas. Se les mencionó, en particular, el caso actual de San Juan Sacatepéquez y se les solicitó que Australia lleve el caso ante la comunidad internacional, junto al Foro Permanente de las Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas.
Se ha aprovechado la visita para consultar con las comunidades guatemaltecas en Australia sobre sus intereses y necesidades. Manifestaron que el Estado guatemalteco no ha hecho nada por atenderlos, ya que si bien existe un consulado, éste atiende principalmente los asuntos comerciales y no los aspectos relativos a los cerca de 300 guatemaltecos que viven en Australia. No conocían que la doble nacionalidad es ahora aceptada por nuestro país, lo que los ha llevado a no reclamar sus derechos como guatemaltecos. Entre los intereses que tienen sobresale, en cuanto a derechos, el de elegir y ser electos, habiendo asumido como propio el planteamiento de la Red por la Paz y el Desarrollo de Guatemala (RPDG), a la cual se han sumado, de contar con el voto y la representacion en el exterior.
Manifiestan también el interés de procurar el desarrollo integral y sostenible de Guatemala, para lo cual están dispuestos a propiciar y trasladar los recursos que Australia pueda brindar. Lógicamente, antes de apoyar al Estado, deberán estar seguros de que el gobierno responde eficazmente a las necesidades de las grandes mayorías del país. Hay acá una serie de oportunidades para apoyar los programas de inversión social que alivien la crisis del país. Además, puede plantearse un programa adecuado para una emigración ordenada y digna, en reemplazo parcial de la inhumana migración hacia los Estados Unidos. Una vez más, los emigrantes podemos contribuir al progreso de nuestro país, en la medida en que seamos debidamente tomados en cuenta. Reconocimiento especial merecen los y las compatriotas en Australia.