Miles de familias guatemaltecas se ven en aprietos para empezar el año, puesto que los últimos gastos del año anterior y los de inicio de este, principalmente con lo relacionado a la educación, hace que cada vez las condiciones económicas de la gente se vuelvan más precarias; un aumento salarial que no cubre las necesidades básicas hace que muchos guatemaltecos vean frustradas sus posibilidades de desarrollo.
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Carlos Martínez, del Instituto de Problemas Nacionales de la Usac, indica que las dificultades económicas para este año son críticas, primero por el impulso del alza de los precios de los diferentes productos y principalmente en los de consumo familiar.
En un segundo lugar se encuentran los ingresos familiares, que cada vez se rezagan más respecto al conjunto de las necesidades, lo cual produce un impacto directo en la calidad de vida de los guatemaltecos.
“Los salarios sistemáticamente son débiles, las familias tienen poca capacidad de consumo y el empleo no responde; nos encontramos en una situación crítica en donde realmente lo que se amplía es la actividad informal, porque las personas buscan cómo solucionar sus problemas” señala Martínez.
Además indica que este fenómeno sucede porque la economía formal ya no da para más, y eso porque tanto en el sector privado como en el público la inversión no recibe un impulso significativo. “Las familias empiezan el año muy difícil, en tanto que no hay perspectiva de que mejore el empleo, más bien lo que se prevé es una escasez de alimentos y, en términos generales, del aumento de los productos de consumo diario”.
Estas carencias las verán los guatemaltecos a pesar de que muchos recibirán parte del aguinaldo en enero, ya que varias empresas pagarán esta última parte del aporte económico en estos días.
APUESTA POR PLANIFICACIÓN
Entre tanto, Luis Mack, analista independiente, considera que las dificultades que presentan las familias con la famosa “cuesta de enero” es porque no se planifica adecuadamente o se cometen demasiados excesos en la época de fin de año, por lo que obviamente al inicio del año se empieza a resentir todos los gastos que se tienen, generalmente en deudas con las tarjetas de crédito.
Mack indica que las repercusiones que tienen las carencias en las familias, son la angustia, el estrés que se ve reflejando en todas partes, en el tráfico o en la convivencia social, “usualmente aumenta la presión, la tensión y eso disminuye la calidad de vida de las personas” dijo.
Mack indicó que la adecuada planificación de los gastos monetarios hace que la “cuesta de enero” se vea en menor proporción, ya que todos saben de esta situación y lo que se debe hacer es una buena organización para que no se sufra todos los años con este mal.