Guatemaltecos no se consideran dentro de una democracia


Mario Polanco, dirigente del GAM. FOTO LA HORA: ARCHIVO

Hoy fue presentado el Quinto Informe sobre Derechos Humanos y conflictividad en Centroamérica, por el Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), reflejando que la población guatemalteca no considera vivir en democracia, igualdad y dignidad.

Flor de Marí­a Ortiz
florortiz@lahora.com.gt

El nivel de percepción sobre la democracia ha ido desmejorándose en cada uno de los paí­ses, ya que en Costa Rica un 38 por ciento de la población considera vivir en democracia, en Panamá un 33 por ciento, en Honduras un 18 por ciento -ante el golpe de Estado-, en El Salvador un 14 por ciento, en Nicaragua un 13 por ciento y en Guatemala solamente un 11 por ciento.

El director del GAM, Mario Polanco manifestó «la justicia constituye el punto más débil de la institucionalidad democrática en Centroamérica, en virtud que los poderes judiciales siguen siendo utilizados por los partidos polí­ticos y los sectores económicos y religiosos vinculados con ellos, para el tráfico de influencias, el clientelismo polí­tico y como instrumento de persecución, exclusión y sanción contra las personas que denuncian las violaciones a los derechos humanos.»

Según el informe, los problemas de los paí­ses surgen por el desempleo y la crisis económica; así­ como el bajo salario que reciben las áreas de extrema pobreza en el paí­s siendo de un 58 por ciento a uno por trabajador.

Sandra Morán, representante de la convergencia de los derechos humanos indicó «que después de los Acuerdos de Paz se ha intentado construir una democracia, pero ha quedado corto, con la poca apertura de espacios en temas de participación polí­tica; ante esto si vemos un déficit en la polí­tica del paí­s».

De acuerdo con el informe anual del Programa Nacional de Naciones Unidas (PNUD), en el departamento de Guatemala existe un médico para 384 habitantes, mientras que en Quiché tiene un médico para 11,948 habitantes, lo que conlleva a la falta de atención médica, especialmente para los pueblos indí­genas, considerado como desigualdad y poca dignidad.