Como suele suceder en las calles abarrotadas por vehículos de todo tipo, hasta bicicletas, se da un congestionamiento que desespera a todos y todas; en ese sentido propongo un trato que consiste en varias acciones, entre ellas:
César Monroy
Monroy98@hotmail.com
1. Si vamos en una calzada y dejamos a un ser querido en un lugar, que el lugar sea en paralelo a la calle y dejar libre el paso para el resto de vehículos que tendrían que detener su marcha sin necesidad, aunque su ser querido tenga que caminar unos pasos. 2. Ir a la velocidad acorde a las requeridas si no en la Ley de Tránsito, por el sentido de dimensión, espacio y de lógica, porque aunque no lo creamos, la velocidad –alta o baja– es un factor determinante en los accidentes. 3. En Navidad cooperemos unos con otros, pues de eso se trata aparte de comprar cosas a nuestros seres queridos. 4. Si vemos en un cruce de calles que está llena la cuadra de enfrente debemos evitar quedarnos en medio para que cuando dé luz verde el semáforo dejar la vía libre a los que vienen en la otra calle. 5. Si nuestro vehículo se descompone en la vía pública hacer un esfuerzo por moverlo empujándolo (claro hay excepciones), y quitarlo de la vía donde transita gran cantidad de vehículos y evitar de esa forma que el resto de personas que vienen atrás, sucumban ante la obstaculización de las vías. 6. Aunque parezca trivial, cuando observemos un accidente de tránsito y resulte que no es en nuestra vía, hacer un esfuerzo por seguir nuestro camino sin detener la marcha, esto ayudará a que la circulación de vehículos siga ligera que detener toda una cola de vehículos por simple curiosidad.
Hagamos las paces en Navidad, pues estas fechas son eso, ceder, dar y no sólo a nuestras familias, también al prójimo, al desvalido, afecto, tacto, conciencia, prudencia, respeto, esto incumbe a la naturaleza y los animales, domésticos o no. Un buen principio para la convivencia que busca el supremo entre nosotros. Sea parte de la Navidad.