En las últimas semanas, se ha dado un repunte en los linchamientos en varios departamentos del país, siendo los más afectados Guatemala, Sololá, Huehuetenango y Chimaltenango.
Esto se ha derivado de los altos índices de corrupción que la población guatemalteca ha percibido de las fuerzas de seguridad, así como el poco presupuesto que se les atribuye para luchar contra la delincuencia que va en aumento.
Mario Polanco, del Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), dijo que esto provoca inestabilidad social y traumas psicológicos a la población afectada.