Hemos llegado a las últimas consecuencias, de sostener en el poder a la maquinaria gubernamental, que ha destruido el país. Es hora de aterrizar, no importa lo que sea nuestro oficio o necesidad. Paremos un minuto y reflexionemos, en que siempre es posible caer más bajo. Invariablemente se puede empeorar. Es más fácil bajar que subir. Si consentimos en otorgar el presupuesto sin medida que pretende obtener el Presidente, le estaremos brindando carta blanca, para volver a desbaratar con fundamento las respectivas extensiones crediticias, dinero de los contribuyentes y el futuro de nuestros nietos.  Es tiempo de marcar un alto. No podemos continuar haciendo lo mismo y esperar resultados diferentes.  Al actual Presidente de todos los guatemaltecos, es imperativo denegarle el desmesurado presupuesto de la nación para el año fiscal 2011.  Y si dice que no habrá para esto y lo otro, no importa, de todos modos nunca, desde que ascendió a la Presidencia, ha colaborado ni se ha comprometido en nada que no sea Cohesión Social.  Ya es suficiente del teatro que ha montado con esa cantaleta.  No le compremos la fantasía que nos quiere vender a precio de nuestro peculio y a cambio de nada. Es tiempo que le manifestemos nuestro descontento e incomodidad con la falta de resultados de su gobierno.