En el contexto socioeconómico, político y cultural, Guatemala se encuentra inmersa en diferentes flujos de la migración laboral. A través de su historia, la migración internacional guatemalteca ha estado presente en su dinámica social. Esta situación permite ubicar tres factores que determinan a Guatemala como un país de origen, tránsito y destino de diferentes flujos migratorios.
Una inicial corriente migratoria coloca a Guatemala como una nación de origen: es el surgimiento -aproximadamente en 1882- de la producción cafetalera en Chiapas (658.3 kilómetros de frontera con Guatemala) y de otros estados del sureste mexicano. La movilización de fuerza de trabajo campesina, en especial a la Región Soconusco chiapaneca tiene especiales características y desde esa fecha, hasta 1993, su volumen se ha incrementado hasta llegar a 87,087 hombres, mujeres y menores de edad documentados (1993) y un volumen no cuantificado en forma indocumentada. Esta cifra se refiere a la migración laboral en la producción de café, plátano, caña de azúcar y otros cultivos (cítricos, frutas, etcétera).
El número de trabajadoras y trabajadores agrícolas de Guatemala en Chiapas disminuyó por aspectos de tipo económico como la baja del precio internacional del café y fenómenos naturales como los huracanes Stan y Micth. En la actualidad, destaca el traslado de mujeres -en especial solas- para el empaque y producción de diferentes productos.
Las diferentes crisis de la economía guatemalteca y su carácter estructural, explican el motivo que obligan diariamente a miles de guatemaltecos y guatemaltecas a buscar trabajo en Estados Unidos. Su decisión -adoptada con racionalidad pues significa abandonar a la familia, amigos y adaptarse a hechos culturales desconocidos- incluye enfrentar la problemática de un viaje que se realiza en forma indocumentada y superar obstáculos para cubrir la etapa de llegar a la frontera guatemalteca-mexicana.
En el caso específico de Tapachula y el Estado de Tabasco, fronterizo con Guatemala, se ubica el flujo de trabajadoras domésticas. Son menores de edad. Su residencia se encuentra en municipios de la frontera, en especial de San Marcos. El número de ellas no se ha cuantificado. Son adolescentes sin documentos. Utilizan como puntos de internamiento El Ceibo y El Naranjo. En esta última localidad solicitan pase local para ingresar a territorio mexicano. Las poblaciones tabasqueñas de destino son Balancán, Tenosique y Lázaro Cárdenas.
De igual forma, es necesario señalar la presencia de adolescentes en la economía informal de Tapachula. Regresan a sus lugares de origen (municipios y aldeas de San Marcos) y vuelven a internarse en México. También debe destacarse el flujo migratorio de trabajadores guatemaltecos en el sector de la construcción. Se dirigen, básicamente, al estado de Quintana Roo, en México, donde las autoridades migratorias plantean su regulación por medio de la Forma Migratoria para Visitante Local (FMVL). Este aspecto se explica porque en Playa del Carmen se ha planificado la elaboración de 30 mil habitaciones de hotel a corto plazo.
Guatemala es país de tránsito pues mujeres y hombres que proceden de El Salvador, Honduras y Nicaragua, utilizan la forma migratoria CA-4 (lo cual permite estar documentados) para trasladarse por territorio guatemalteco y llegar a la frontera con México. Su objetivo es utilizar territorio mexicano -ahora en forma indocumentada- para arribar a Estados Unidos. La acción de autoridades mexicanas, así como la presencia de peligros y problemas: intervención de delincuentes y maras, la utilización del ferrocarril Mayab (llamado el Tren de la Muerte), reducen paulatinamente el número de personas que llegarán a la frontera México- Estados Unidos.
El criterio de ubicar a Guatemala como un país de destino se explica por la migración laboral (se integra en especial personas procedentes de El Salvador, Honduras y Nicaragua). Se dedican a trabajar en áreas agrícolas de la frontera guatemalteca y en la ciudad de Guatemala. Muchos logran documentarse pero la mayoría permanecen en forma indocumentada. No es extraño oír en el transporte capitalino el acento de esas nacionalidades.
Guatemala es una nación inmersa en diferentes flujos de la migración. Es una cualidad más que un problema. Desde el inicio de la historia guatemalteca, han existido hombres y mujeres trasladándose de un país a otro, pero también integrando corrientes migratorias internas. La implicación inmediata de esta situación se encuentra en coadyuvar al estudio de esta realidad socioeconómica que se encuentra tan cerca de México y Estados Unidos y tan lejos del movimiento sindical y popular de Guatemala.