Guatemala muere por miedo, indiferencia y sinvergüencería


Eugenio_Fernandez

Me impresiona como la mayoría de personas que tienen capacidad de discernir y entender lo que nos estamos jugando en el país, no hacen nada para cambiar la realidad de Guatemala. Hombres hechos y derechos que no se atreven a levantar el dedo para decir: “No estoy de acuerdo”, “no es correcto”, “voy a oponerme a esto”, “no voy a permitirlo”. Los hay de diversa naturaleza, los cobardes, los indiferentes y los sinvergüenzas.

Eugenio R. Fernández
picandopiedragt@gmail.com


La justificación de la gente “honorable”,  es que son padres de familia, que hay que pensar en sus hijos, que hay que pensar en sus mujeres y claro, denunciar tiene un costo. Como yo lo veo es que  son dizque hombres, que se esconden en las faldas de sus esposas y en los pañales de sus hijos e hijas. Estos “machos” se niegan ver  la clase de vida a la que están condenando a las futuras generaciones guatemaltecas, a sus propios hijos, por su cobardía disfrazada de paternidad responsable. Son incapaces de aceptar la cloaca en que vivirán sus hijos y sus nietos por no tener hoy los pantalones bien puestos, por negarse a decir hoy de forma clara e inequívoca: “Ya no más”, “Hasta aquí”, “Basta ya!”.

El miedo que invade a la población es impresionante. Ese miedo convierte a muchos en indiferentes e “impotentes” de enfrentar la realidad y las consecuencias de sus terribles omisiones. Los miedosos que se vuelven indiferentes son cobardes,  tienen cura.  Sin embargo, existen indiferentes naturales, a esos que le vale madre todo, con esos, no hay mucho que uno pueda hacer, desahucio de seres humanos.

Es irónico que los sinvergüenzas, que se reconocen como tales no me dan tanta cólera. Ellos son cínicos, saben que son sinvergüenzas y  se aprovechan de la gente;  Además,  se justifican a sí mismos en que es más fácil robar y dilapidar al Estado que ganarse la vida honradamente, sin que enfrenten consecuencias, los culpables de sus actos somos nosotros.

A todos los “honorables” que son incapaces de ensuciarse sus pulcras manos para defender su tierra.  Los “honrados” que callan y voltean a ver al otro lado, para no enterarse, lo que saben a ciencia cierta que está pasando. A los “hombres de bien” que luchan, “a toda costa” para que no les falte nada a sus muchachitos. Todos verdaderos cobardes que están vendiendo, tal proxenetas, el futuro de sus hijos,  a cambio de un presente que ya es inseguro, peligroso e incierto.

Ni podemos llamarlos fariseos, pues los fariseos mataron al Hijo de Dios, jamás hubieran condenado a la crucifixión a sus propios hijos, como los “honorables, horados y distinguidos” de este país hacen hoy día con sus hijos, al no hacer nada para cambiar la realidad de Guatemala. Hablan de lo mal que están las cosas y de cómo los sinvergüenzas se están apoderando del país, pero son incapaces de mover un dedo para decir “ya no más”.

Los préstamos, bonos y corrupción están destruyendo Guatemala. Sin duda sus hijos los recordaran por lo que son, cobardes, inocuos, vende patrias. Los “padres” de hoy, condenan a sus hijos, como mínimo al exilio, pero lo más seguro a la esclavitud. ¿Dónde estará Guatemala en 20 años si nada cambia? ¿Existirá el país siquiera? ¿Se consolidará la cleptocracia y el narco Estado? ¿Qué tendrán que hacer nuestros hijos, para tratar de salir de la cloaca que les heredaremos?

Tenemos la idea que la libertad es algo gratis, que es un derecho inalienable del hombre. Sin embargo la historia nos muestra que la mayoría de personas han vivido en este planeta, lo han hecho bajo algún tipo de esclavitud. Los pueblos que ahora son libres, siempre han luchado y defendido su libertad con su propia sangre.

¿Hasta cuándo Guatemala, hasta cuándo? 

Canción recomendada http://www.youtube.com/watch?v=kDgLlrJ4dIQ.