En 2008, cuando 100 instituciones internacionales apoyaron la iniciativa Mil Dí­as para el combate a la desnutrición crónica, el Gobierno de Guatemala pidió ser parte de los 10 paí­ses que serí­an pioneros en esta lucha; sin embargo, una evaluación realizada este año al paí­s refleja que hay cero resultados.

Guatemala es ahora uno de los tres paí­ses que no presentan avances en el tema de combate a la desnutrición, siendo sus similares Mozambique y Ghana.

Fue en 2008, cuando una publicación de la revista The Lancet, motivó a 100 entidades a nivel mundial, entre agencias  de la Organización de Naciones Unidas y ONG’S entre otras, a desarrollar la iniciativa Mil Dí­as, a través de la cual, siguiendo 13 actividades concretas, la desnutrición crónica podrí­a erradicarse.

Según, Luis Enrique Monterroso, coordinador de la Oficina de Derecho a la Alimentación de la Procuradurí­a de Derechos Humanos, en esa oportunidad Guatemala pidió ser uno de los paí­ses pioneros  en la implementación de esta iniciativa.

“El señor Presidente de la República (ílvaro Colom), enví­a una carta concreta al representante nombrado por Naciones Unidas, David Navarro y pide que Guatemala sea uno de los paí­ses pioneros, pero cuando el señor Navarro hace su evaluación en junio de este año (2011), es un poco triste darse cuenta de que Guatemala es uno de los tres paí­ses que no presentan ningún avance”, señala Monterroso.

TRECE ACCIONES

El compromiso que el Estado guatemalteco adquirió al solicitar estar dentro de esta iniciativa se tradujo en la implementación de trece pasos que, en base a estudios cientí­ficos,  pueden reducir la desnutrición crónica.

Estos trece pasos están agrupados en cuatro acciones y consisten en promocionar buenas prácticas nutricionales como la lactancia materna,  una alimentación complementaria para infantes mayores de 6 meses y mejorar prácticas de higiene incluyendo lavado de manos.
 
Además, se recomienda el uso  de alimentos terapéuticos  para niños malnutridos, para una prevención y tratamiento de la desnutrición moderada y el tratamiento de la desnutrición severa con “ready-to-use therapeutic foods” (RUTF).
Incrementar  consumo de vitaminas  y minerales, es otra de las acciones, para ello se pide que se proporcione un suplemento periódico de vitamina A, el uso terapéutico de Zinc para el manejo de diarreas, el uso de micronutrientes en polvo, desparasitantes, ácido fólico y hierro para mujeres gestantes y para tratamiento de anemia y capsulas de aceite iodado en lugares donde la sal iodada no está disponible.
El último paso para el combate a este flagelo es proveer micronutrientes a través de la fortificación de los alimentos con sal iodada y que los alimentos básicos sean fortificados con hierro.

Según Monterroso, el 20 y 21 de septiembre, una delegación de la PDH viajará a Nueva York, Estados Unidos, para hablar sobre lo que Guatemala hará para implementar esta iniciativa de los Mil Dí­as, “porque hasta el momento no ha existido un avance sustancial o del que se tenga evidencia clara”, asegura.