El vicepresidente Rafael Espada anunció la instalación de campamentos para refugiar a los hondureños que son víctimas de persecución política en su país y diálogos con los empresarios que «están directamente relacionados con el gobierno de facto» en Honduras, para discutir sobre la situación económica en Centroamérica.
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La crisis política y económica que envuelve a Honduras, tras el regreso del depuesto presidente Manuel Zelaya a Tegucigalpa, traería consigo una importante migración de ciudadanos hondureños hacia el territorio guatemalteco, quienes serían atendidos en campamentos fronterizos tendidos por el Gobierno.
El vicepresidente Rafael Espada, sin acertar el número de campamentos, aseguró que Guatemala ofrecerá refugio a los hondureños que son víctimas de persecución por su ideología política.
El canciller Haroldo Rodas, en declaraciones anteriores, había anunciado la apertura de las fronteras guatemaltecas para los funcionarios de la administración Zelaya y los hondureños que requieran refugio de carácter político.
Entre tanto, Espada también aseguró que mantendrá comunicación con los empresarios que «están directamente relacionados con el gobierno de facto» en Honduras, para abordar los impactos en la economía que resultan de la crisis política en ese país.
El vicemandatario indicó que la caída del comercio regional -a raíz de los conflictos en Honduras- es preocupante para Guatemala y Centroamérica, por lo que anticipó diálogos con empresarios para abordar el tema y minimizar los daños en ese aspecto.