El español Chema Rodríguez exhibirá su documental «Coyote» en la Berlinale, festival de cine de Berlín, formando parte de un grupo de muestras de cine latinoamericano, que participan pese a la crisis económica.
Productores y distribuidores de 60 países, los otros protagonistas de la industria cinematográfica, acuden a Berlín, donde el jueves se inicia el 59º Festival de Cine, para negociar los derechos de cientos de películas, entre ellas una docena de latinoamericanas y españolas.
El Mercado Europeo del Film (EFM), primera gran cita mundial del sector desde comienzos de año, se lleva a cabo en forma paralela a la competición de la Berlinale y es considerado como un índice del ambiente reinante en la industria internacional del cine.
Cerca de una docena de largometrajes producidos durante 2008, antes de la crisis, en España y en países como México, Colombia, Argentina, Brasil y Cuba, serán proyectados en busca de compradores y distribuidores durante el Festival que terminará el domingo 14 de febrero con la distribución del Oso de Oro y de las otras recompensas para las películas seleccionadas a concurso.
«Estamos muy contentos ya que todos los pabellones de presentación del Mercado Europeo del Film de la Berlinale están reservados», declaró la directora del EFM, Beki Probst.
El director de la Berlinale, Dieter Kosslick, también confía en que el Mercado del cine sea un éxito en 2009.
«Beki Probst (…) ha logrado un alto nivel con sus esfuerzos, lo que garantiza su estabilidad y consistencia», dijo.
Las películas españolas que serán exhibidas en el EFM son «La conjura del Escorial», de Antonio del Real, «El juego del ahorcado», de Manuel Gómez Pereira, «O último condenado a muerte», de Francisco Manso, una coproducción de España, Portugal, Brasil y Mozambique y «El lince perdido», de Manuel Sicilia y Raúl García, una película de animación producida por Antonio Banderas.
Las películas argentinas son «Un novio para mi mujer», un drama dirigido por Juan Taratuto, «El nido vacío», de Daniel Burman, «Gigante», de Adrián Biniez (quien participa en la competición) «Lluvia», de Paula Hernández y «El niño pez», de Lucía Puenzo (presentada también la sección Panorama especial).
También estarán «El ratón Pérez 2», una película de dibujos animados del argentino Andres Schaer, «El último aplauso – Historias de tango en Buenos Aires», de German Kral, y «La ventana», de Carlos Sorín.
Los uruguayos José Pedro Chario y Aldo Garay presentarán su película «El círculo», coproducida con Alemania.
La industria cinematográfica brasileña presentará «Feliz natal», de Selton Melio, «Encarnaí§ao do demonio», de José Mojica Marins, «Favela on blast», de Leandro HBL y Wesley Pentz, «La riña», de Marcelo Galvao, «Ultima parada 174», de Bruno Barreto, «Meu nome nao é Johnny», de Mauro Lima, «Era uma vez», de Breno Silveira, «Bodas de papel», de Andre Sturm y «Orquestra dos meninos», de Paulo Thiago Oliveira.
Los realizadores mexicanos que acuden al Mercado Europeo del Film son José Gutiérrez, con «Otro tipo de música», Mariana Chenillo, con «Cinco días sin Nora», Alberto Cortés con «Corazón del tiempo», Andrea Martínez Crowther con «Cosas insignificantes», Eva López Sánchez, con «La última y nos vamos», Roberto Rochín Naya, con «Purgatorio» y Julián Hernández, con «Rabioso sol, rabioso cielo», también inscrita en la sección Panorama.
Seis producciones chilenas serán exhibidas en Berlín: «Chile puede», de Ricardo Larrain, «Muñeca», de Sebastian Arrau», «Santos», de Nicolás López, «La buena vida», de Andres Wood, «La nana», de Sebastián Silva y «Tony Manero», de Pablo Larrain.
Las cintas cubanas son «Los dioses rotos», de Ernesto Daranas, «El cuerno de la abundancia», de Juan Carlos Tabío y «Kangamba», de Rogelio París.
Dos directores colombianos estarán presentes, María Camila Lizarazo, con «El ángel del acordeón», y Rafael Lara, con «La milagrosa».
«Coyote» es el documental guatemalteco que se presentará en la Berlinale. Fue dirigido por el español Chema Rodríguez, quien cuenta la historia de Maco, un traficante de indocumentados poseedor de un reconocido prestigio por la singular técnica que utiliza para pasar inmigrantes a través de México hacia Estados Unidos. Sus clientes viajan con identidad y documentación falsa, sin apariencia de mojados y simulando ser alguien respetable de viaje por su propio país.
Un trío de chapines sin papeles, Yoli, Claudia y Cara de gí¼isa, complementan el elenco en esta aventura ilegal en pos del llamado «sueño americano». Como un auténtico director de escena, Maco les inventa biografías, objetivos, necesidades y, principalmente, toda una parafernalia de contratos, tarjetas, documentos y accesorios que otorgan verosimilitud a las motivaciones de cada viajero.