Nos llamó especialmente la atención lo que dijo durante la entrevista en el telenoticiero con referencia a la situación de inseguridad que nos tiene entre la espada y la pared, sin mayores esperanzas de pasar el Rubicón.
Todos los temas que el avezado y acucioso entrevistador planteó al doctor Surger son propios de la diosa actualidad nacional, y el entrevistado les dio respuesta convincemente sin vacilación alguna, ya que, como queda dicho, está en dominio de las realidades que vivimos a estas alturas del tiempo.
Como el doctor se ha consagrado,más que todo, a promover el cultivo de la educación superior, no cuenta hasta hoy con una organización política que tenga la capacidad o la fuerza necesaria para elevarlo al segundo piso del ahora llamado Palacio Nacional de la Cultura; empero, como todavía quedan unos meses de campaña electoral, pensamos que puede el doctor Suger hacerse de bien apuntalamiento.
Ahora bien, no se sabe cómo anada en lo financiero el ilustre personaje presidenciable. Sin el «pistillo» propio y el de los correligionarios o simpatizantes, pues.. ¡no es como para sentirse muy optimista en el albur!…
Ya sabemos los chapines que, desgraciadamente, es el vil metal el que se impone en jaleos políticos-electorales como el actual, ya que hay que darse la «visibilidad» necesaria mediante el autobombo, las playeras, la gorritas, algunas comilonas, sonrisas sardónicas pora aquí y por allá, abrazos y besuqueos judaicos a mujeres jóvenes y añosas, «chinear» niños, presentarse en ropas a lo obrero, a lo campesino y a lo indígena, etcétera.
Así que no son las cualidades de los candidatos las que se valorizan, sino es la propaganda que se hace a lo largo de la ruidosa temporada con derroche de muchas millonadas, incluidas las de dudosa procedencia… ¿No es así, doctor Eduardo Suger? Ojala que el electorado reconozca sus altos quilates para que podamos tener un gobierno de efectivas y positivas realizaciones.