Guatemala, entre la sequía y las inundaciones del cambio climático


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Cada año los campesinos en Chiquimula esperan las precipitaciones de mayo para realizar la primera siembra de maíz y frijol. Así lo han hecho durante mucho tiempo, utilizando conocimientos transmitidos de generación en generación y herramientas rudimentarias.

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POR REGINA PÉREZ
rperez@lahora.com.gt

Dependiendo de la temporada, el agricultor selecciona las semillas para la primera siembra, que se realiza cuando comienzan las lluvias de mayo; entonces escogen los granos más fuertes y que tienen más resistencia al agua. Para la segunda siembra, que se realiza en septiembre, se selecciona otro tipo de semilla. 

Esa ha sido la manera histórica de sembrar; los campesinos no consultan los reportes del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) sino que miran hacia el cielo y si las nubes están densas o hace mucho calor, saben que va a llover.

“Dependiendo de la temporada se sabe cómo estará el agua”, señala Omar Jerónimo, de la organización Plataforma Agraria.

Sin embargo, ahora los agricultores ya no pueden interpretar tan fácilmente las señales en el cielo. “Hay nubes densas, pero ya no llueve; se trastornó el ciclo de producción porque no sabemos cuándo llueve menos y cuándo más”, indica.

Jerónimo considera que el cambio en el ciclo de las lluvias afecta a las regiones más secas de Chiquimula, especialmente a las partes altas como Camotán y Jocotán, que sufren de severas sequías.

Este trastorno se deriva de lo que suele conocerse como “cambio climático”.

Chiquimula es un departamento que se ubica en el trópico seco de Centroamérica, conocido también como Corredor Seco, un área que está en proceso de convertirse en un desierto.

Pese a ser trópico seco tiene un bosque espinoso con especies únicas en la región y sus habitantes se dedican principalmente a la agricultura, cultivando maíz y frijol, que son la fuente más importante de sus ingresos.

El departamento también es uno de los más propensos a sufrir sequías, lo que afecta la producción de granos básicos y se agudiza la desnutrición, con riesgo de hambrunas.

Edwin Castellanos, quien es miembro del Panel Intergubernamental de Expertos de Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), señala que la definición del cambio climático es que la variabilidad natural del clima cada vez se hace más grande, es una “variabilidad aumentada”. Esto quiere decir que puede irse a los extremos, sequía o exceso de lluvias.

“En 2010 y en los años anteriores hubo un exceso de lluvia en el país que provocó deslaves e inundaciones; a medida que pasan los años todos estos extremos irán aumentando, a lo que tenemos que estar preparados es a la mayor variabilidad, años más secos y más húmedos, por ejemplo hay que estar preparados en la agricultura, para que no haya pérdidas”, explica el científico.

“La tendencia en el futuro para Guatemala es la disminución de lluvia”, explicó Castellanos, quien señala que para el 2050 las áreas secas en el país se van a expandir y que hay que estar preparados.

NEVADA, FENÓMENO INUSUAL

La mañana del 25 de enero pobladores de Ixchiguán, San Marcos, se vieron sorprendidos por lo que parecía una nevada que cubrió extensas áreas de ese municipio, que alcanzó un nivel de 10 centímetros según testimonios de campesinos del lugar.

Pese a ser un fenómeno muy inusual en el occidente del país, era la segunda vez que caía nieve en el departamento, aunque la primera se había registrado años atrás. Eddy Sánchez, director del Insivumeh, no considera que se deba al cambio climático, “se dieron condiciones muy específicas ese día para que sucediera” señaló.

En realidad fue un proceso de granizo que se congeló y en el área tropical se le conoce técnicamente como una nevisca, pero no significa que vamos a pasar a ser un país que tendrá condiciones de nieve constante, eso fue algo muy específico que se dio ese día, indicó.

No obstante Sánchez explica que a largo plazo lo que se puede advertir por el cambio climático es que las noches ya tienden a ser más calientes, pero la temperatura se ha elevado en diferentes partes del país, pero sin llegar a ser condiciones totalmente fuera de lo normal. “Hay cambios en el clima y enfermedades tropicales que antes se daban en niveles del mar más bajos, ahora por la inestabilidad y cambios de temperatura los zancudos suben más hacia las áreas del altiplano”, agregó el director del Insivumeh.

Sobre la variabilidad del clima que afecta a departamentos como Chiquimula, Sánchez señala que llueve en la misma cantidad de lluvia pero el desplazamiento de las estaciones lluviosas se anticipa o se retrasa.

La ambientalista Magalí Rey Rosa coincide con Sánchez en que no se puede atribuir al cambio climático determinados eventos como la nevisca; eso pudo haber pasado en otro momento, pero existe la posibilidad de que cada vez haya más fenómenos repentinos, señala.

“Lo que sí es una marca visible del cambio climático es el derretimiento de los glaciares en los polos, que no tiene parangón y lo que los científicos dijeron que iba a pasar dentro de 50 años ya está pasando”, anotó.

“No creo que seamos el país con mayor vulnerabilidad en el mundo pero con una población tan pobre y tan dependiente de cultivos básicos para sobrevivir sí considero que es un problema muy grave, porque la variabilidad climática tiene que ver con la agricultura; la gente más pobre es la más vulnerable y la que tiene menos medios para enfrentarlo”, dijo la entrevistada.

DESLAVES E INUNDACIONES

Los deslaves y las inundaciones son el otro lado de la moneda de la variabilidad del clima y de los extremos que se pueden presentar. En años en que el invierno ha sido copioso habitantes del municipio de Santa Cruz Chinautla, sufren inundaciones de sus casas provocadas por las crecidas del río Chinautla, convertido en aguas negras que arrastra enormes cantidades de basura proveniente del relleno sanitario de la municipalidad capitalina.

Según la organización ambientalista Madre Selva se trata de uno de los peores desastres ambientales en el país; Julio González, de dicha entidad, señala que en años de sequía, como se pronostica para 2013 no hay tanto problema pero sí los habrá en 2014 que se pronostica un  año más húmedo. 

Eso lo sabemos porque llevamos registros de clima y sabemos que en función del cambio climático que nos afecta Guatemala es el país más vulnerable de la región centroamericana dijo González.

En el departamento de Guatemala, la Coordinadora para la Reducción de Desastres (Conred) estima que hay más de 230 asentamientos humanos que son vulnerables a los desastres.

Es un problema social muy complejo, lo que hacemos es realizar trabajos de investigación y capacitamos a las personas para hacerles saber que los lugares que habitan son de riesgo, pero es tan complicado porque cuando unas familias se van otras llegan, señala David de León, vocero de la Conred.

De acuerdo con De León la institución cuenta con un Protocolo de Cambio Climático que comparte con otras entidades como el MAGA, la Sesan, el MARN y el Insivumeh, que funciona como medida preventiva ante los desastres, que realiza mapas de riesgo y monitoreo.

MITIGACIÓN Y ADAPTABILIDAD

Castellanos señala que cuando se habla de Cambio Climático se deben considerar dos aspectos; la mitigación y la adaptabilidad. La mitigación se refiere a que se pueden reducir las causas del problema, “como país Guatemala puede reducir el problema, protegiendo los bosques, promoviendo más energía como las hidroeléctricas, que es energía más limpia y mucho más barata” indicó.

Por otro lado se habla de adaptabilidad porque que aunque se ataque el problema, debido a que Guatemala es un país muy pequeño, difícilmente tendrá o va a tener efectos lo que se haga sin embargo eso no quita la responsabilidad de realizar algo para atacar el problema, señala.

El problema es en el ámbito mundial y a largo plazo, va a quedarse unos 100 años más, por lo tanto tenemos que adaptarnos y tomar medidas que reduzcan la vulnerabilidad de la población, por ejemplo, en el caso de los agricultores que esperan las lluvias de mayo, sería muy útil si ellos supieran que no va a llover en ese mes, para eso necesitamos información, anotó. 

Las acciones se pueden realizar desde el gobierno central hasta las comunidades locales; en Guatemala nos hemos acostumbrado a que sea un país de mucha agua y estamos acostumbrados a eso, pero hay que conservarla señala Castellanos.

Para las áreas secas del país el experto propone el almacenamiento de agua, incluso las hidroeléctricas pueden servir como embalse, ya que no solo sirven para generar energía explicó el experto que reconoce que en el país este es un tema espinoso debido a que no se informa y consulta debidamente a las comunidades en donde se planean construir las represas.

EL CLIMA

ALTA VULNERABILIDAD

De acuerdo con el estudio “El Cambio Climático y sus efectos sobre el desarrollo humano en Guatemala” realizado por el PNUD, el país es vulnerable ante este fenómeno. Las condiciones sociales hacen que gran parte del país sufra fácilmente ante situaciones de tensión política, económica y natural, incluyendo fenómenos climáticos.

La vulnerabilidad del país, presente y futura, hará que las condiciones que traiga el cambio climático tengan impactos muy fuertes en todos los aspectos de la vida nacional, a menos que haya mejoras en las condiciones socioeconómicas, refiere el documento.

PRONÓSTICO

Para este año el Insivumeh pronostica que para el mes de abril van a darse las primeras lluvias en la boca costa del océano Pacífico, para el mes de mayo en el altiplano central, en la segunda semana del mes de mayo se manifestarán lluvias en la planicie costera del Pacífico y en la primera semana de junio en el área del Petén.

Edwin Castellanos, del IPCC, resalta la importancia de los pronósticos climáticos que pueden ayudar a mitigar desastres como la hambruna siempre que la información le llegue a la gente que lo necesite, que el usuario la pueda entender y usar; el Insivumeh, a pesar de sus limitaciones genera información útil pero tradicionalmente lo que hacemos es hacer bromas al respecto, hay que cambiar nuestra cultura, indicó el experto.