Las uñas largas de la mano dura aparecieron de pronto, pero sin mayor sorpresa para quienes sabían perfectamente a qué llegaron Otto Pérez y su compañera de fórmula al gobierno. El Estado de Guatemala tiene ahora la harta obligación de pagar los cacareados 170 millones de quetzales que, dicen, fue su factura de propaganda para ganar la Presidencia y la Vicepresidencia de la República con los eslóganes de:
“Carácter, corazón, mano dura y transparencia”, dando la idea de honor, trabajo, honradez y honestidad. Claro, en la vida real, estos auténticos valores morales se los pasaron por el arco del triunfo, como escribió originalmente “El Bolo Flores”. Personalmente prefiero decir que se los pasaron por el funicular. Menos sofisticado, pero más puntual. Para el efecto, es la misma pendejada.
Un dictadorzuelo es una persona que se arroga todos los poderes políticos extraordinarios y los ejerce sin limitación jurídica y/o es también una persona que abusa de su autoridad; lo cual hacen en este momento Otto Pérez y su compañera, respaldando la entrega de una parte del territorio del Estado de Guatemala a compañías de gobiernos extranjeros. El General retirado del Ejército de Guatemala, defraudando la ley entrega, a la orilla del mar, territorio nacional a extranjeros, cuando la labor de la institución a la que aún pertenece, en estado de retiro, es defender el honor de la República de Guatemala y dar su vida, si fuera necesario, por defender la soberanía nacional y… demás pajas.
Lo que los guatemaltecos ven en estos momentos álgidos es que la corrupción, la prostitución… lo que carcome, se enquistó abiertamente también en el Ejecutivo, porque hace muchos años saben y tienen la plena seguridad que en el Legislativo esa es una situación abierta y permanente. Ahora son dos mercados sin máscara: El mercado Ejecutivo y el Legislativo, donde la mentira es verdad y la verdad es mentira.
Se preguntan ahora los guatemaltecos de qué manera algo corrupto puede combatir la corrupción. ¿Cómo algo prostituido puede acabar con la prostitución si está engarzado con ella? Un ciego no puede guiar a otro ciego, dice La Palabra.
¿Con cuál cara podrá Guatemala solicitar asistencia internacional ante cualquier emergencia de desastre? Los países donadores podrían decir ¿Por qué no venden el Petén, Escuintla o Xela? Ustedes los guatemaltecos son vende-patrias. Ayúdense vendiendo otro pedazo de su territorio y que la población siga comiendo de lo mismo, lo que en última instancia ¿Qué les importa a ustedes? ¡Ustedes son… los que mandan!
Técnicos jurídicos, organizaciones civiles, sindicatos, miembros de iniciativa privada, editoriales de prensa, columnas de opinión etc., etc., hicieron ver a Otto Pérez dónde están las fallas legales, morales y constitucionales del llamado contrato para entregar un terreno a la orilla del mar a los españoles y hacerle competencia desleal a las instalaciones portuarias nacionales en Puerto Quetzal, hacerlas quebrar y, darles paso de anchura a los extranjeros en el monopolio del negocio portuario guatemalteco por un cuarto de siglo; pero el Presidente de Guatemala justificó lo chueco, tomó una decisión unilateral y arbitraria y, lo que solicita la población… ¡que se vaya al carajo! Otto Pérez se convirtió en el dictadorzuelo y su compañera en vicedictadorzuela.
¿Cuántos “negocitos” más harán los dictadorzuelos durante su estancia en el puesto para pagar sus deudas y medio saciar su voracidad?