Guatemala, aún corre riesgo de degradación de deuda soberana


Fin_1

Las calificadoras de riesgo han tomado cierta relevancia en los últimos dí­as, con la degradación de la deuda soberana en varios paí­ses de Europa. Guatemala también sufrió el año pasado una degradación de la calificación, aunque esto no ha traí­do consecuencias tan negativas, según señalan los expertos.

POR LUIS ARí‰VALO
larevalo@lahora.com.gt

Dí­as después de la esperada y ahora cumplida degradación en la calificación de deuda soberana de Francia y Austria por parte de Standard & Poor’s (S&P), y la bajada en la nota al Fondo Europeo de Estabilización Financiera (FEEF), el cual sirve precisamente para estabilizar económica y financieramente a la Unión Europea, los cuestionamientos sobre sostenibilidad de la deuda en paí­ses periféricos y con menores posibilidades de grandes acuerdos está en el ambiente, debido al aumento de esa variable en lo últimos años.

Por consiguiente, es preciso conocer qué sucederí­a con la calificación de riesgo para la deuda pública de Guatemala, en los próximos meses, de continuar gastando como hasta ahora.

En ese sentido, Mario Rodrí­guez, del Instituto de Estudio y Análisis de los Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos (Ipnusac), la deuda soberana del paí­s, de parte de S&P “está bien calificada”.

Explica que eso se debe a que Guatemala ha sido solvente con sus compromisos, “siempre ha cumplido con los pagos”, agrega.

“Aunque el problema que hay”, sigue diciendo, “es que se ha endeudado mucho y (la calificación) ha bajado un poco y, aunque no ha pasado de su capacidad limite de pago, el endeudamiento si se ha elevado”, afirmó.

El año pasado, S&P bajó la calificación de la deuda de Guatemala de BB+ a BB-.
Para Rubén Darí­o Narciso, de Asociación de Investigaciones Económicas y Sociales (Así­es), la posibilidad que la deuda pueda ser degradada existe “si no se hacen cambios para que Guatemala tenga recursos propios para enfrentar el gasto público”.

Según Narciso, en el último quinquenio, año con año, se incrementó en 1 punto del PIB la cantidad de gasto gubernamental que no fue respaldada con ingresos tributarios.

“Dado que en Guatemala es bastante difí­cil contener el gasto”, dice, y que “hay muchos sectores organizados que claman por una serie de programas gubernamentales en una variedad de temas”, por ejemplo, “salud,  educación, seguridad, infraestructura, competitividad, etc., si no se hace una reforma que le brinde más recursos al Estado, va ser difí­cil que la deuda se mantenga estable, y si sigue así­, existe posibilidad que haya una disminución en la calificación”, sentenció.
 
Rodrí­guez encuentra que hay “mucha critica sobre la cuestión de las calificadoras”, porque, según dice, “muchas veces toman en cuenta muy pocos factores”, por lo que considera ejemplos de esos fallos la “quiebra de muchos bancos y lo de las hipotecas subprime” en los últimos años.

Estima que “las calificaciones de deuda sólo sirven como un parámetro, y de una u otra manera, como orientación para quien va a comprar”, por lo que indica que “si se está bien calificado, será fácil colocar en el mercado para endeudarse”.

A ese respecto recuerda que “Guatemala cuando saca bonos, siempre los vende. Nunca se ha quedado con ninguno”.

Rodrí­guez dice que la bajada en la calificación serí­a “una situación muy coyuntural”, “a no ser que la deuda se incremente”, y estima que la calificación puede verse mejorada “si la recaudación fiscal se incrementa”.

Narciso concluye que “si este gobierno quiere cambiar las cosas, tiene que buscar apoyo en el financiamiento público que no sea deuda”, y agrega que “la reforma fiscal es fundamental en ese proceso”.