Suele suceder que todos los diciembres, en diarios, televisión y en la Web estamos llenos de recuentos, notas y estadísticas que nos rememoran acerca de cómo fue el año, lo que aprovechamos, lo que dejamos escapar, aquellos que se nos adelantaron en este camino llamado vida, los éxitos de unos pocos que se transforman en éxitos de todos o los fracasos de algunos que inciden directamente en como percibimos y pasamos la vida en este País llamado Guatemala.

Sin duda la primera impresión de cualquiera es que Guatemala habría reprobado el año, no podemos engañarnos y pensar que la conflictividad no existe o que fue una broma cuando calcinan a gente viva en automóviles, luego de perseguirlos 40 kilómetros, disparan impunemente en nuestras calles y ciudades o cuando simplemente sumamos y nos damos cuenta que tenemos más muertos por violencia ahora que cuando estábamos en medio del conflicto armado. No se puede suponer tampoco que se cumple la totalidad de las leyes y es innegable que en muchos lugares y situaciones hay personas que son víctimas de otros que buscan aprovecharse de la necesidad, la ignorancia o el desconocimiento de las personas, y de igual manera, como no hemos terminado de entender que la ley no es la mala, si no malos son en muchos casos los hombres que la inobservan y no la cumplen, nos embarcamos en sobrelegislar y armamos nuevas leyes con nombres ad hoc que cuentan con el apoyo de todos aunque no hayamos ni entendido de qué se tratan o cuál es su contenido. La educación no llega a todos o cuando menos si llega de manera nominal no lleva la calidad que un pueblo necesita para salir a adelante a través de la vía del conocimiento y del estudio. La desnutrición es dueña y señora de muchas más humildes viviendas que las que existen en el Corredor Seco y miles de niños simplemente no tienen esperanza de vida pues la misma ya se coartó por no haber recibido los nutrientes necesarios para su desarrollo. Hoy mismo seguramente hay algún lugar de nuestro País que está siendo deforestado o un nacimiento que ya no produce más agua, pues en la vorágine de ese innato anhelo de poseer muchas veces no medimos las consecuencias de nuestros actos y no nos percatamos que un poco más hemos dañado el ambiente.

    Seguro no es la lista que más me guste hacer y seguro deje un montón de temas fuera de ella, sin embargo, el propósito no es ver hacia el pasado y contar males que todos conocemos, la atención en todo caso debe desviarse a que al final de cuentas aquí seguimos, es Nuestro País y hay también muchos temas que pueden engrosar listas que nos hagan pensar en que aún con todos nuestros males, es posible salir adelante. Tenemos todos esos y muchos más pendientes pero hay gente que día a día se esfuerza por ayudar, se esfuerza en hacer su parte de la tarea y por cumplir, cumplir con aquello que es nuestra primera obligación trabajar, proveer, construir para que el desarrollo se riegue a muchas personas y que tengamos una mejor calidad de vida posible en la mayor cantidad de personas posible. Cuando se levantó el sitio de Stalingrado en la Segunda Guerra Mundial decían que Hitler no pudo tomar la ciudad pues el pueblo ruso es un pueblo tan sufrido que ha hecho costra con todos sus males y es imposible doblegarlo, 2013 enseña ya los muchos problemas que tendrá, confío en que los guatemaltecos, quien sabe y no un poco menos famosos que los rusos, sabremos sacar lo mejor del nuevo año y hacer que nuevamente aprovechemos las oportunidades que también trae y que un poco más, el desarrollo, la educación y la salud avancen hacia todos los guatemaltecos.  Feliz Año Nuevo.