Guaraní­es por hacer historia


Lí­deres de los sin techo y otras organizaciones realizan una manifestación contra el actual presidente Nicanor Duarte, un dí­a previo a las cruciales presidenciales que se llevarán a cabo mañana.

Paraguay está hoy a menos de 24 horas de unas elecciones en las que la izquierda, que presenta al ex obispo Fernando Lugo, tiene posibilidades serias de ganar y romper con 60 años de gobierno del Partido Colorado, que incluyen los 35 de dictadura de Alfredo Stroessner.


El ex obispo izquierdista Fernando Lugo, favorito de las encuestas, se presenta convencido de ganar mañana, y afirma no temer a un fraude, posibilidad sin embargo muy denunciada por distintos sectores de la oposición durante toda la campaña.

«Yo no creo en eventuales escenarios violentos. Estoy convencido de que el domingo va a ser una jornada tranquila» y que «vamos a ganar», dijo Lugo el viernes en una conferencia de prensa en la que evitó asociar su imagen a la de alguno de los gobiernos izquierdistas de la región.

El largo historial paraguayo de dictaduras, asonadas e intentos de golpe de estado motiva que centenares de observadores internacionales se den cita en Asunción, incluyendo los enviados por la OEA y los de la Fundación Internacional para Sistemas Electorales (IFES), cuya misión es liderada por el ex presidente colombiano Andrés Pastrana.

El Partido Colorado podrí­a perder mañana el poder, en el que se mantiene desde hace más de 60 años, incluyendo los 35 años de dictadura de Stroessner (1954-1989).

Las últimas encuestas ubican primero a Lugo con 34% de las intenciones de voto, seguido por el ex general Lino Oviedo (29%) y la oficialista Blanca Ovelar (28,5%), ex ministra de Educación del actual presidente Nicanor Duarte.

Duarte insistió durante toda la semana en que hay «agitadores extranjeros» llegados a Paraguay para las elecciones, en particular desde Venezuela, Ecuador y Colombia. El viernes dijo que ni el gobierno ni «ningún observador» puede «garantizar su comportamiento». Sin embargo, se negó a proporcionar pruebas sobre su supuesta presencia.

«Al pueblo le digo que venga a votar con tranquilidad, evitemos los actos de violencia, y las provocaciones si existieran», se limitó a decir.

«Yo no creo en eventuales escenarios violentos. Estoy convencido de que el domingo va a ser una jornada tranquila» y que «vamos a ganar»

Fernando Lugo

obispo izquierdista

De la cárcel a candidato


De reo preso en una cárcel militar, condenado por intento de golpe y otros procesos penales, Lino Oviedo es uno de los presidenciables opositores que irrumpió en el escenario polí­tico paraguayo para competir en la elecciones generales de mañana.

El ex jefe del Ejército, de 64 años, de orí­genes campesinos, fue el hombre que intimó personalmente la rendición al ex dictador Alfredo Stroessner en 1989 y provocar la caí­da de su régimen de 35 años de poder omní­modo.

El respeto que se granjeó por ese hecho lo marcó como un hombre temible que lo llevó a realizar una carrera meteórica de coronel a jefe del Ejército, hasta llegar a candidato a presidente por el partido Colorado oficialista en las elecciones de 1998.

En esos comicios figuraba al frente en los sondeos, pero dos meses antes de las elecciones, su adversario polí­tico, el entonces presidente Juan Carlos Wasmosy (1993/98) lo acusó de intento de golpe en 1996 y una corte marcial lo condenó a 10 años de prisión.

Desde entonces, el actual candidato por el partido Unión Nacional de Ciudadanos í‰ticos (Unace), un desprendimiento del partido Colorado gubernamental desde 2003, alternó su vida entre la cárcel, el poder y el exilio.

El Obispo que colgó la sotana


El obispo católico rebelde Fernando Lugo, suspendido «a divinis» por el Vaticano, figura como uno de los favoritos para ganar las elecciones presidenciales de este domingo en Paraguay.

Partidario de la «Teologí­a de la Liberación», admirador de Leonardo Boff y Hélder Cámara, simpatizante de los gobiernos de Hugo Chávez (Venezuela), Evo Morales (Bolivia) y Rafael Correa (Ecuador), el ex prelado, de 56 años, colgó la sotana en la Navidad de 2006 para disputar la presidencia.

En Ecuador trabajó con monseñor Leonidas Proaño, conocido por los ecuatorianos como «obispo de los pobres».

Lugo encabeza la alianza de una veintena de partidos y movimientos polí­ticos y sociales, en su mayorí­a de izquierda.

Desde hace tres años, a pesar de su edad, se mantení­a como obispo emérito, sin cargo, luego de dejar la diócesis de San Pedro, en el departamento del mismo nombre, el más pobre de Paraguay.

Sobrino de un dirigente del Partido Colorado oficialista que fue perseguido y exiliado por el dictador Alfredo Stroessner (1954/89), Lugo incursionó recién en polí­tica el 29 de marzo de 2006, cuando logró reunir a 40.000 personas de todas las tendencias polí­ticas para protestar contra el actual gobierno de Nicanor Duarte.

Una mujer que hace historia


La ex maestra rural Blanca Ovelar, que se desempeñó como ministra de Educación del presidente Luis González Macchi (1999-2004) y del actual presidente Nicanor Duarte, es la primera mujer que disputa una presidencial en Paraguay.

Ovelar se convirtió en candidata presidencial del gubernamental Partido Colorado tras ganar en diciembre pasado las internas, en las que derrotó al ex vicepresidente Luis Castiglioni por estrecho margen.

De complexión fí­sica robusta, la candidata es considerada «delfina» de Duarte, quien impulsó su candidatura en medio de crí­ticas de sus detractores. Estos afirman que no tiene carisma y que es un «tí­tere» del actual presidente.

Nacida en 1957 en una humilde familia en la localidad de Concepción, 450 km al norte de Asunción, fue basquetbolista e integrante del seleccionado de su ciudad natal que conquistó varios campeonatos nacionales.

La candidata presidencial colorada oficialista está casada con Ramón Duarte, un ex árbitro de baloncesto al que conoció en su época de deportista y con quien tiene tres hijos.

Ovelar estudió magisterio y psicologí­a, y se destacó como docente en su comarca.