La esposa de un político caído en desgracia recibió hoy una pena de muerte suspendida después de haber confesado que asesinó a un empresario británico al envenenarlo con cianuro en un caso que ha estremecido al liderazgo político del país.
Una condena a muerte suspendida es equivalente a cadena perpetua después de dos años.
Gu Kailai fue condenada junto a una colaboradora que recibió nueve años de prisión por participación en el homicidio de Neil Heywood, un ex socio de la familia, dijo un funcionario Tang Yigan, del Tribunal Popular Intermedio de Hefei
Cuatro policías acusados de encubrir el delito recibieron sentencias de cinco a 11 años.
Las condenas cierran un capítulo de la peor crisis política de China en dos décadas, pero también deja pendientes una serie de interrogantes sobre la suerte que correrá el esposo de Gu, Bo Xilai, que fue destituido en marzo del cargo de un poderoso dirigente del Partido Comunista en la ciudad de Chongqing por violaciones no específicas.
El despido de Bo y el juicio a su esposa por homicidio tienen lugar en un momento muy delicado en China, cuando los líderes partidarios delegan el poder a la generación más joven. En un momento Bo era considerado candidato para la alta investidura.
La prensa estatal dijo que Gu, de 53 años, confesó haber cometido homicidio intencional en un juicio de un día de duración en esta ciudad del este de China el 9 de agosto. Los medios informaron, debido a que el tribunal ha estado cerrado a los medios internacionales, que ella y Heywood tuvieron una pugna por dinero y que Heywood amenazó a su hijo, según dijo.
Gu fue acusada de llevar con engaños a la víctima a un hotel de Chongqing, de embriagarlo y luego de ponerle cianuro en la boca.
He Zhengsheng, abogado de la familia Heywood que estuvo presente durante la sentencia, dijo que conversaría con la familia y no sabía si iban a apelar.