El grupo radical palestino Yihad Islámica prometió hoy seguir con sus atentados en Israel ante miles de simpatizantes que se congregaron en Gaza, dos días después de que el ejército del Estado hebreo matase a tres de sus miembros.
La concentración se llevó a cabo en un estadio de Gaza, bajo el lema «Fidelidad a los mártires, los líderes y la mezquita Al Aqsa», en referencia al templo de Jerusalén.
Ante la multitud, un jefe de las Brigadas Al Qods, el brazo militar de la Yihad Islámica, afirmó con el rostro oculto bajo una capucha que «la respuesta a los crímenes sionistas es una cuestión de tiempo».
Tres miembros de la Yihad Islámica, entre ellos un jefe militar, resultaron muertos el miércoles en Jenin, en el norte de Cisjordania, en la más reciente operación llevada a cabo en esa localidad por el ejército israelí contra activistas de ese movimiento.
Un responsable político de la Yihad, Nafez Azzam, también se dirigió a la multitud para denunciar «las amenazas estadounidenses-sionistas» contra el líder de la Yihad Islámica, Ramadan Challah, que vive en Damasco.
Estados Unidos ofreció el 12 de febrero una recompensa de cinco millones de dólares por su captura.
Dos banderas, una estadounidense y otra israelí, fueron quemadas durante la manifestación.
La Yihad Islámica es un pequeño movimiento islamista considerado cercano a Irán y que ha reivindicado la mayoría de los atentados suicidas ocurridos en los últimos dos años en Israel.
Entre esos atentados se encuentra el cometido el 29 de enero, en la localidad turística de Eilat (en la costa israelí del Mar Rojo), en el que murieron tres personas además del kamikaze.