Gremial de editores con nuevos proyectos


Edith González

«Un buen libro es un legado precioso que hace el autor a la humanidad» Adisson.

A finales del 2006, se realizó la elección de la Junta Directiva de la Gremial de Editores para el perí­odo 2007 – 2008, quedando integrada: presidente, Raúl Figueroa Sarti (F G Editores); vicepresidente, Jorge Galindo (Editorial Santillana); secretaria, Lorena Contreras (Grupo Editorial Norma); tesorero, Gabriel Piloña, (Piloña Editores); vocal I, César Aguilar (Fondo de Cultura Económica); vocal II, Fredy Paz (Paz Editores); vocal III, Ethel Batres (Editorial Avanti).

La Gremial de Editores, reúne editores guatemaltecos y extranjeros con representación permanente en Guatemala, forma parte de la Cámara de Industria de Guatemala, dedicándose a promover el desarrollo de la industria editorial guatemalteca y a representar los intereses de las 21 editoriales afiliadas.

La actividad más relevante que realiza es la Feria Internacional del Libro en Guatemala, que se ha venido desarrollando cada dos años. En el 2006 también fue la Feria Internacional del Libro en Centroamérica y en esta ocasión, la afluencia de público creció en un 50% en relación con la feria anterior.

Adicionalmente, administra la Agencia Nacional de ISBN, que para este año trabaja en la transición de 10 a 13 dí­gitos. Entre los proyectos de la nueva Junta Directiva, Raúl Figueroa nos cuenta que buscarán ampliar la membresí­a de la gremial, para darle al guatemalteco mayor variedad. Igualmente refiere que trabajan ya, en la organización de la V Feria Internacional del Libro en Guatemala que se realizará del 1 al 10 de agosto de 2008. Pues la meta es crecer, en expositores, actividades y afluencia de público. El proyecto central para el 2007 es la realización de un estudio, sobre la situación de la industria editorial en Guatemala, para el cual esperan contar con apoyo financiero de la cooperación internacional y profundizar en el volumen de impresiones, canales de distribución, existencia de bibliotecas públicas, hábitos de lectura y consumo de los guatemaltecos en relación con materiales impresos.

Según Raúl Figueroa, el estudio es fundamental para definir una estrategia de desarrollo de la industria editorial nacional a largo plazo. Esperando a partir de los resultados lograr compromisos oficiales de manera real y efectiva en la difusión del libro como un instrumento de desarrollo nacional. Una idea es que todas las municipalidades del paí­s se comprometan a destinar parte de los fondos que reciben del presupuesto general de la República en la creación, fortalecimiento, y desarrollo de modernas bibliotecas públicas, destinando recursos financieros para la adquisición de libros de producción nacional.

Y aunque Raúl no cree que exista una nueva corriente literaria en nuestro paí­s, sí­ está convencido de que se venden más de lo que se tiende a suponer. Es interesante observar, expresa, que aunque en general hay muchos tí­tulos cuyas tiradas demoran en agotarse unos 4 ó 5 años, hay libros que ameritan más de una edición en tiempos relativamente breves. Una encuesta respondida por 320 personas de las 32 mil asistentes, a la Feria Internacional del Libro 2006 indicó que el 85% lee cinco ó más libros en un año y el 81% manifestó leer al menos un periódico diariamente. En cuanto a los géneros, encabeza la lista la novela 36%, libros cientí­ficos 25%, libros polí­ticos 18%, autoayuda 17% y en un quinto lugar aparece la poesí­a con un 6%. Es importante reconocer la lectura primero como un placer y luego como una herramienta de vida, por lo que el Estado debe contar con polí­ticas, y llevarlas a cabo, de fomento del libro, la lectura y la industria editorial. Así­ como la creación y desarrollo de bibliotecas públicas en todo el territorio nacional y de parte de los editores es necesario mejorar la calidad de los libros ya que si hay un libro mal impreso, mal encuadernado, con tipografí­a inadecuada sólo ahuyenta al lector.