Grecia urge apurar ayuda


Una mujer y su hijo caminan entre unos taxis estacionados, debido a que los pilotos entraron en paro, en forma de protesta por la crisis financiera en Grecia. FOTO LA HORA: AFP ARIS MESSINIS

Grecia pidió hoy a la UE que alcance en su cumbre de la próxima semana un acuerdo sobre una ayuda financiera y amenazó con recurrir al FMI si es abandonada por sus socios, después de que Alemania se opusiera a apoyar al paí­s helénico frente a su crisis presupuestaria.


«Creo que la cumbre de la próxima semana presenta una ocasión para tomar una decisión» sobre una ayuda financiera, cuyo proyecto ya circula entre los gobiernos europeos, declaró el primer ministro griego, Giorgos Papandreou, en rueda de prensa en Bruselas.

La cumbre de jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea (UE) está prevista los próximos 25 y 26 de marzo en Bruselas.

«Sobre este punto, deberí­amos esperar que la UE esté a la altura de las expectativas» y de los «desafí­os» a los que hace frente, dijo Papandreou, amagando con recurrir al Fondo Monetario Internacional (FMI) si sus socios le niegan la ayuda que requiere para sanear sus finanzas públicas.

Europa ya cuenta con las lí­neas generales de un mecanismo de apoyo, consensuado el pasado lunes por los ministros de Finanzas de los 16 paí­ses de la Eurozona.

Concretamente, el proyecto se basa en préstamos bilaterales a Grecia, con unas tasas de interés más elevadas respecto a la media de la zona euro, a fin de evitar dar la impresión de que los europeos están regalando dinero a Atenas para que tape su colosal agujero presupuestario.

Pero al anunciarlo el lunes, los ministros de Finanzas de la Eurozona hicieron hincapié en que el paí­s helénico no habí­a solicitado ningún apoyo, por lo que éste sólo serí­a brindado en caso de imperiosa necesidad.

En efecto, las declaraciones realizadas el jueves por Papandreou suponen un giro respecto a la postura algo distendida que habí­a mantenido su gobierno, dando a entender que podí­a arreglarse sin los europeos.

Las claras objeciones expresadas el miércoles por la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, a cualquier ayuda inmediata a Grecia, parecen estar detrás de las súbitas prisas de los griegos.

«Una manifestación de solidaridad rápida no puede ser la buena respuesta», dijo la canciller conservadora, llamando a «atacar la raí­z del problema», es decir, que Grecia ponga orden en sus arcas.

Sus declaraciones pueden en efecto dar al traste con el plan de ayuda aprobado por los ministros de Finanzas de la Eurozona, puesto que para ser aplicado, requiere el aval polí­tico de los jefes de Estado y de gobierno.

Grecia se enfrenta a una deuda colosal de unos 300 mil millones de euros, equivalentes al 113% de su PIB, y un déficit de 12,7% del PIB, que se ha comprometido a reequilibrar a partir de este año, adoptando rigurosos planes de austeridad.

El dinero tomado prestado hasta ahora a los mercados le sale paralelamente muy caro a Atenas, con unas tasas de interés del 6%, por lo que el remedio puede a medio plazo resultar peor que la enfermedad.

Así­, si bien los griegos son partidarios de una «solución europea» que pase por la concesión de préstamos con intereses no prohibitivos, Papandreou advirtió que su paí­s «podrí­a finalmente tener que escoger la opción de recurrir al FMI».

La idea es considerada como una amenaza por muchos paí­ses de la Eurozona, que se sonrojan con la perspectiva de que un paí­s socio deba apelar a la solidaridad de una institución internacional.

Pero, al mismo tiempo, un recurso al FMI empieza a recabar cierto respaldo de paí­ses como Finlandia, Holanda e incluso Alemania.

Contemplar esa posibilidad es «normal, lógico y prudente», estimó por su parte hoy un portavoz de la Comisión Europea.

Europa ya cuenta con las lí­neas generales de un mecanismo de apoyo, consensuado el pasado lunes por los ministros de Finanzas de los 16 paí­ses de la Eurozona.