Los legisladores griegos aprobaron un presupuesto de austeridad para 2013 en la madrugada de hoy, considerado como un paso esencial en los esfuerzos de Grecia a fin de persuadir a los acreedores internacionales para que desbloqueen una cuota del préstamo de rescate sin la cual el país se iría a la bancarrota.
El presupuesto fue aprobado por 167 votos a favor y 128 en contra en el Parlamento de 300 miembros, cuatro días después de que el plenario aprobara otro proyecto de ley de grandes reducciones presupuestarias y aumentos fiscales para el 2013-2014, aunque por una exigua mayoría debido a los desacuerdos entre los tres partidos más importantes del país.
El primer ministro Antonis Samaras prometió que las reducciones del gasto serán las últimas que tengan que soportar los griegos.
«Hace cuatro días, votamos para aprobar las más drásticas reformas que se hayan realizado en Grecia», destacó. «Los sacrificios serán los últimos, siempre y cuando apliquemos todo lo que hemos aprobado», agregó.
La aprobación de las medidas de austeridad y el presupuesto son pasos clave para persuadir a los acreedores internacionales de Grecia —el Fondo Monetario Internacional y el resto de la eurozona— de que entreguen la próxima partida de 31.500 millones de euros del paquete de rescate financiero.
Los ministros de finanzas de las 17 naciones que integran la Eurozona se reúnen el lunes en Bruselas, con Grecia como prioridad en la agenda. Empero, el ministro de Hacienda alemán Wolfgang Schaeuble, cuyo país aporta la mayor parte de los créditos griegos, dijo el domingo en una entrevista con una publicación alemana que los acreedores internacionales no serán presionados a aprobar con premura esos créditos.
«Todos nosotros… queremos ayudar a Grecia, pero no seremos presionados», dijo Schaeuble al semanario Welt am Sonntag.
Schaeuble dijo que la llamada troika de inspectores de la deuda seguramente no entregará para el lunes su informe sobre el programa de reformas en Grecia. Una vez que el informe sea presentado al Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea, tendrá que ser estudiado cuidadosamente, indicó.
Agregó que el parlamento alemán debe tener la oportunidad de «examinar, analizar y decidir» la entrega del nuevo abono.
Sin embargo, minutos antes de la votación, Samaras se comprometió a que los fondos de rescate serán distribuidos «a tiempo».
El ministro de finanzas Yannis Stournaras también mencionó enfáticamente la precariedad de las reservas de dinero en efectivo en Grecia, teniendo que hacer pagos el viernes por los bonos del tesoro.
Horas antes de la votación, unos 15 mil manifestantes se concentraron el domingo por la tarde en la plaza del Parlamento, donde los legisladores se disponían a debatir el presupuesto.
Grecia atraviesa por una grave recesión que ya ingresa a su sexto año, con un nivel de desempleo que afecta a más de un cuarto de la población.