El capitán griego Costas Katsouranis espera un milagro cuando su equipo enfrente mañana a Alemania por los cuartos de final de la Eurocopa y busque la primera victoria en su historia ante ella en el torneo.
Unos alemanes convincentes avanzaron a esa etapa después de tres victorias seguidas en la fase de grupos, mientras que el triunfo de Grecia por 1-0 sobre Rusia -su primera victoria en una Euro desde que la ganaron en 2004- le dio al equipo un apurado boleto.
En términos de partidos que han disputado, las cifras se ven aún más desequilibradas. Grecia ha perdido cinco y empatado tres de los ocho encuentros frente a Alemania y la exAlemania Occidental.
Aunque su equipo no es el favorito, Katsouranis dice que los jugadores darán su máximo esfuerzo en el partido del viernes en Gdansk, Polonia.
«Ustedes saben que pelearemos con los dientes y las uñas para ganar. Este es un partido, no una serie de 10 (encuentros)», dijo Katsouranis antes del entrenamiento de ayer. «Si logramos el mini milagro… (y) si la suerte nos sonríe, también sonreiremos. Si no, de todas formas dormiremos a pierna suelta esa noche».
«Tenemos una promesa: luchar con todas nuestras fuerzas durante los 90 minutos», afirmó.
Katsouranis portará la banda del capitán en sustitución de Giorgos Karagounis, quien está suspendido.
El entrenador portugués Fernando Santos abandonó la alineación griega de 4-3-3 frente a Rusia y podría sentirse tentado a presentar una formación cautelosa ante los alemanes, la cual frustraría a los veloces delanteros germanos.
El duelo de mañana será disputado en medio de un tenso ambiente político en Grecia al encontrarse el país en el centro de la crisis de la eurozona. Se ha visto obligado a aceptar duras medidas de austeridad a cambio de préstamos de rescate de Alemania y de otros países de la Unión Europea.
En Polonia, Katsouranis dejó en claro que los jugadores no están en el torneo para hablar de política.
«Venimos aquí para jugar futbol y no nos preocupa la política», afirmó. «Estamos aquí para representar a nuestro país y sabemos lo que están pasando todos en casa. Tenemos un nuevo primer ministro (Antonis Samaras, quien ganó las elecciones el fin de semana), así que si ustedes (los periodistas) tienen preguntas sobre política, háganselas a él».
La hincha más famosa de Alemania estará en las gradas y ello podría proporcionarle una motivación adicional a Grecia en su partido por los cuartos de final de la Eurocopa.
A pesar de que la canciller Angela Merkel es sumamente impopular en territorio griego, algunos creen que le traerá suerte a la selección alemana.
Los ánimos podrían estar caldeados mañana en el estadio de Gdansk cuando Alemania, tricampeón de la Euro, enfrente al sorpresivo ganador de este torneo en 2004. Y Grecia ya volvió a sorprender con un inesperado boleto a cuartos.
«Nuestro principal objetivo siempre fue llegar a cuartos de final. Así que ahora no tenemos nada que perder», dijo el zaguero Kyriakos Papadopoulos, uno de varios jugadores griegos con experiencia en la Bundesliga. «Estamos enfrentando a uno de los mejores equipos aquí. Todo lo que puedo decir es que pelearemos. Si ganamos sería un resultado enorme».
Grecia tiene muchas razones para estar agradecida con Alemania: la selección griega que ganó la Eurocopa en 2004 tuvo como técnico al alemán Otto Rehhagel.
Son los antecedentes políticos los que le dan condimento al partido, a pesar de los esfuerzos de las autoridades alemanas y griegas por minimizar ese ángulo.
Alemania, la mayor economía de Europa, ha contribuido en forma importante a los rescates financieros internacionales de Grecia y desempeñó un papel fundamental en la exigencia de la Unión Europea para que, a cambio, Atenas implemente reformas estructurales y recortes al gasto público enormemente impopulares.
Es improbable que los aficionados griegos se comporten amablemente ante Merkel, y ello incluso podría impulsar a la selección helena a otra actuación heroica.
«Jugamos por nuestra camiseta, nuestra bandera y por la gente allá en casa», dijo el mediocampista Costas Katsouranis.
El atacante Dimitris Salpigidis se mostró incluso más optimista en torno a las posibilidades de su selección.
«No creo que nadie en el equipo piense que este será nuestro último partido en este torneo», afirmó Salpigidis. «La gente tiene tantos problemas en su vida diaria. Realmente esperamos poder hacer que sonrían».
Gdansk también fue sitio de la primera batalla de la Segunda Guerra Mundial, cuando la Alemania nazi invadió Polonia. Una delegación del futbol alemán colocó una ofrenda floral ayer ante un monumento conmemorativo a los defensores polacos en la península Westerplatte en las afueras de esta ciudad del Báltico.
Alemania tiene dos jugadores nacidos en Polonia, Miroslav Klose y Lukas Podolski, y los aficionados polacos podrían apoyar a la selección alemana. Por el hecho de ser los ganadores de su grupo, los alemanes pudieron permanecer en Gdansk y con ello evitaron el estrés y el cansancio de tener que viajar.
Merkel acudió al partido del Mundial de Sudáfrica en 2010 en que Alemania demolió 4-0 a Argentina, y también vio a la selección germana vencer a Turquía en Berlín en el partido más importante de los alemanes para clasificar a esta Eurocopa. Ya los ha saludado en los camerinos y también los visitó brevemente en Gdansk antes de que empezara el torneo.
«Parece traernos suerte», dijo ayer el mediocampista Sami Khedira.
Alemania es el único equipo que ganó sus tres partidos de la etapa de grupos y llega a los cuartos de final como el favorito para llevarse la copa. Pero los alemanes no se confiarán.
«(Los griegos) son un equipo muy bueno, subestimado por muchos. Crean pocas oportunidades, pero las convierten. Técnicamente son fuertes, y buenos en la marcación individual», afirmó Khedira.
«Será difícil perforar su defensa, pero contamos con los medios. Tenemos que ser pacientes, pero también tenemos que movernos constantemente. Intentarán alterar nuestro juego y vencernos, pero no lo lograrán», agregó.
El mediocampista Thomas Mueller también dijo esperar que Grecia buscará su suerte con una defensa hermética.
«No nos van a arrojar cuatro atacantes. Sabemos lo que tenemos que hacer, pero no será pan comido», dijo Mueller.
Grecia no contará con su capitán Giorgos Karagounis porque está suspendido.