Guatemala en este mes de septiembre está de fiesta, no solamente por ser el mes de la libertad y festejar sus 186 años de independencia, sino porque el Gran í“rgano de Tubos de la Catedral Metropolitana cumple 70 años de haber sido instalado. Con su tonalidad única, este instrumento musical es un tesoro, una joya cultural para los guatemaltecos; fue construido en Alemania por la reconocida Casa Walcker y en el año de 1937 fue instalado en Guatemala. Posee 3,646 flautas (tubos) y 49 registros, la flauta más alta mide 5 metros con 50 cm y la más pequeña un centímetro. Al principio este monumental instrumento fue colocado detrás del altar de la catedral, más adelante fue trasladado al coro alto de la iglesia, donde se encuentra actualmente. Es uno de los más grandes órganos que existe en Latinoamérica. En el año 2000, la Embajada de Alemania trajo a Guatemala a un grupo de organistas y expertos en construcción de órganos, para reparar el órgano de la catedral y afinarlo. Los músicos y técnicos especialistas, se dedicaron varios meses a trabajar ad honórem en la reparación de los sistemas sonoros, neumáticos y electromecánicos de este excepcional instrumento. Luego de esa ardua labor los organistas del grupo, Martín Kaleschke y Stephen Blaich, ambos alemanes, realizaron en septiembre de ese año varios conciertos en los que el público guatemalteco se pudo dar cuenta del magnifico trabajo hecho en el órgano de Catedral por estos voluntarios, quienes interpretaron obras de Johann Sebastian Bach, Franz Liszt, Olivier Messiaen y Charles-Marie Widor, entre otros reconocidos compositores. En noviembre de 2000 se contó también con la presencia del gran maestro Johannes Geffert, quien es uno de los organistas más respetados en Europa. Estudió en Londres con el maestro Nicolas Kynaston; es catedrático para música de órgano e improvisación artística en la Universidad de Música de Colonia. Su estilo al ejecutar el órgano ha sido comparado con el del notable pianista Glenn Gould. Asimismo han sido invitados otros excelentes maestros de órgano como Samuel Kummer- quien ganó un premio por su habilidad como improvisador y actualmente ocupa el puesto de maestro de capilla en Frauenkirche, Dresde-y su esposa Irena Renata Budryte quienes ya habían venido anteriormente en 1999. Los guatemaltecos hemos tenido la oportunidad y el privilegio de escuchar a destacados músicos organistas que nos han maravillado con su virtuosismo. En este mes de septiembre habrá una serie de recitales para conmemorar el 70 aniversario de la instalación del gran órgano Walcker en la Catedral de la Ciudad de Guatemala. ¡Es realmente una verdadera experiencia escuchar en vivo la música de los grandes maestros en este admirable órgano de tubos¡ El inicio de estos conciertos tendrá lugar el 6 de septiembre, con la ejecución del maestro austríaco Helmut Luskch quien interpretará entre otras obras para órgano, la famosa tocata y fuga en D menor, BWV 565, de Johann Sebastian Bach. Previo al concierto tendré el honor de leer al público presente un poema que escribí inspirado en la invención y portento del gran órgano de tubos y dedicado a los maestros Johann Sebastian Bach, Dietrich Buxtehude y Piet Kee. El poema se titula «Péndulo Astronómico»: «Grandioso instrumento musical/creado por espíritus intensos/ de la humanidad/ intenta tan solo transmitir/ las infinitas pasiones/ ímpetus y sosiegos del péndulo astronómico/ tímpano y sentido/ del alma de Dios./Resonancias y fragores/ máquina sonora/ poder absoluto/ perfecta armonía/ fuerza implacable/ grave susurro/ dulzura lejana/ tristeza profunda./ Inteligencia/ potencia/ sonido que alcanza el cosmos/ invade espirales galácticas,/ voz y queja del tiempo,/ sonido del viento inventado/ que llega a vibrar/ en el cuerpo absoluto de la existencia.»