Roberto Arias
Nacido en Guatemala en 1933, Salvador Hernández, (Sal-, como le dicen los gringos), es un hombre sencillo, de mentalidad amplia y de sonrisa franca y constante. Genera positivismo con su activa actitud y, así también genera confianza. Es un hombre que escucha a las personas con atención y cordialidad, siempre con la intención de aprender y… de enseñar. Es un deportista nato y practica la natación, especialmente le gusta hacerlo en mar abierto.
Inició su carrera fotográfica alrededor de 1951, en el estudio fotográfico Foto Cine Estudio Murga, ubicado en la avenida Bolívar, en esa época. Allí aprendió los rudimentos de lo que convertiría posteriormente en una carrera profesional en fotografía en los más altos niveles del globo.
Cuenta Sal, con una sonrisa, que su primera misión fotográfica la desarrolló en el Cementerio General de Guatemala, al final de la 20 calle, antes Cantón Barrios y ahora zona 3. En esa época era muy popular tomar fotografías en los funerales, especialmente se fotografiaban a los dolientes principales que acudían a dejar al difunto hasta su última morada.
Con mayor experiencia en toma de fotos y revelado, con el fin de seguir hacia delante, consiguió trabajo en el más prestigioso estudio fotográfico de Guatemala en esa época, en el estudio Serra del «Canche» Serra.
Ya con experiencia fotográfica más amplia, se desenvolvió como fotógrafo oficial del periódico El Pueblo, editado por la Oficina de Turismo. Esto le dio oportunidad de fotografiar actividades en los diferentes ministerios, incluyendo el área diplomática, en la época del Coronel Jacobo Arbenz Guzmán en la presidencia de la República.
Trabajó un tiempo en la Fotot Stein y, en 1955 emigró legalmente hacia los Estados Unidos y fue, según sus palabras, la más maravillosa experiencia de su vida y, sus sentimientos, en ese momento, son muy difíciles de describir. «Me encontré con un país verdaderamente democrático» refiere, «también vi que este país me brindaba la oportunidad que no tenía y que deberíamos tener en Guatemala. Sentí curiosidad y felicidad por estar en un país donde se puede hacer alguien de uno mismo. A pesar de que me tomaría tiempo realizar algo tuve, con mucha profundidad, el sentimiento de la esperanza.» Estudió inglés y fotografía. Se casó en 1960 con y su hijo, Mauricio, nació en 1961. Actualmente Sal vive con su esposa Inge, alemana de nacimiento, y su hijo en California.
United Airlines lo toma dentro de su «Staff» como fotógrafo en 1964. En ese cargo realiza fotografía que abarca todos los ramos de esa profesión: Fotografía industrial; comercial; publicitaria; turística y marketing. En 1972 United Airlines compra la prestigiosa cadena hotelera Westin International Hotels y es asignado a una campaña fotográfica para hacer fotografías de todos esos los importantes hoteles en Japón, Singapur, Tailandia y Hawai, Hotel Escandinavia en Copenhagen y hoteles en Latinoamérica, incluyendo el Hotel Camino Real en la ciudad de Guatemala. Fue ésta una campaña de arduo trabajo que duró dos años. En 1973 fue promocionado, por oposición, al puesto de Gerente del Departamento Fotográfico en la sede de United Airlines, en San Francisco, California.
La revista «Technical photography» -Una publicación en los Estados Unidos sobre fotógrafos de la industria, gobierno, militar y cine- dedicó casi dos páginas para un perfil o reportaje sobre Sal Hernández y su trabajo en United Airlines, escrito por D. H. Moore, en páginas 12 y 20, en su edición de agosto de 1972. Así también, para esa misma revista, Edwin Hoffman le hizo una entrevista que cubrió cinco páginas en su edición de marzo de 1980.
En el Chicago Tribune del miércoles 29 de julio de 1970, Susan Nelson publicó como fotografía principal, «The mercer» de Sal Hernández, donde se anuncia la exhibición fotográfica de 860 fotografías «cuando 5,000 de los 13,500 miembros de los Fotógrafos Profesionales de América se reúnan en Chicago para su 79ava exposición anual.»
El fotógrafo profesional Salvador «Sal» Hernández ha ganado premios de fotografía internacional y nacional en los Estados Unidos; así lo prueban la enorme cantidad de diplomas expedidos por diferentes firmas, dentro de las cuales, pueden verse cartas de felicitación y agradecimiento de varios ejecutivos del Hotel Plaza de Nueva York, en diferentes fechas y oportunidades, por el logro de maravillosas fotografías logradas para promocionar ese monumento a la Hotelería mundial, enclavado en el verdadero corazón de Manhattan, sobre la quinta avenida, al frente del famosísimo Central Park de Nueva York.
Al guatemalteco Salvador Hernández, la revista Airport Community News le llama «Photographer Extraordinaire» o, fotógrafo extraordinario en la entrevista que le hizo en junio de 1995, a raíz de la predicción que él hizo: «Hago la predicción de que en menos de cinco años nosotros, en United, estaremos usando cámaras digitales e impresoras en el 80% del trabajo fotográfico.»
Sigue diciendo el artículo: «El llegar al nivel tecnológico que hace la predicción alcanzable, viene del talentoso fotógrafo, quien ha invertido más de tres décadas adaptando su trabajo a los métodos nuevos y futuristas.»
Sal ha promocionado constantemente y en varios países del mundo, las bellezas de Guatemala por medio de conferencias fotográficas, mostrando en sus maravillosas fotografías la policromía de los colores naturales de los bellísimos paisajes, el folclor, la modernidad y las ventajas que brinda la República Guatemala a la humanidad entera.
Ha fotografiado a Guatemala desde todos los ángulos imaginables y ha atraído miles de turistas, como hobby, a través de los años que ha vivido lejos de su patria, a donde vuelve cada vez que tiene la oportunidad de hacerlo, para visitar a sus antiguos amigos, dentro de los cuales se encuentran nuevos y viejos fotógrafos.
La última vez que lo vi, vino a impartir algunos cursos a los alumnos de la Escuela de Comunicación de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Estaba sumamente entusiasmado porque según sus propias palabras, «En Guatemala hay muchos talentos apreciados, pero también desperdiciados por falta de oportunidades.» La Universidad de San Carlos le otorgó a Sal un Diploma de Reconocimiento por ser un guatemalteco destacado, pionero en su trabajo y por aportar su conocimiento en fotografía digital.
Salvador Hernández (Sal) es un embajador fotográfico de Guatemala para el mundo.